El cambio: siempre en plural
Paloma Mesonero-Romanos,
Desarrollo de Personas y Organizaciones de Thinking With You
Ya lo adelantaba Heráclito: El cambio es una constante. Sin embargo, el cambio como tal, no es aislado. No podemos seguir nombrándolo en singular. La complejidad que comprobamos cada día nos hace ver que desde diferentes ángulos cambian distintas cosas, y que, unas con otras, impactan continuamente, haciéndonos parte de un contexto complejo.
Acompañar la adaptación y trabajar en medio de esta complejidad no se alcanza sólo mejorando procesos o integrando nuevas herramientas (ágiles, digitales o cualesquiera en las que queramos apuntalar la transformación). Las Nuevas Formas de Trabajar son -más allá de unas prácticas visiblemente diferentes- un cambio de mentalidad individual y una nueva cultura activa que adapta el rumbo de la organización.
El reto principal para evolucionar en la complejidad viene definido por la distancia que hay entre las nuevas exigencias y la observación afinada para identificar esas brechas (tecnológicas y humanas). Por eso, la tarea principal es la de generar consciencia en las organizaciones sobre quiénes son, qué discursos se repiten y cuáles son los retos importantes y valiosos para la compañía. Sin ser conscientes de dónde necesita nuestra empresa adaptarse, e intentando acometer una “transformación de bote”, las herramientas terminan por someter a las personas en lugar de ponerse al servicio de una visión singular.
¿Qué diferencia la adaptación al contexto de la evolución organizacional?
El acrónimo VUCAH (Volátil, (U)Incierto, Complejo, Ambiguo e Hiperconectado) nos ofrece un marco general desde el que identificar las características del mundo en el que vivimos y descubrir el lugar que ocupamos al respecto. Nos permite adaptarnos al contexto y ser competitivos observando desde una óptica con perspectiva.
Si quisiéramos integrar la visión de campo, con la valentía de cuestionar las propias inercias organizacionales, entonces necesitaríamos identificar la volatilidad, la incertidumbre y todos los términos referidos en VUCAH desde la singularidad de nuestra organización y su impacto en todas las personas que en ella trabajan. Apostando por la evolución de la organización, despertando la consciencia actual y generando un alineamiento cultural.
Es necesario ajustar las dos ópticas, la de sistema y la de campo, para entrenarnos en mirar fuera y mirar dentro. Practiquemos el balance sensato para acudir a ejemplos y elaborar nuestro propio camino. La transformación digital no es una. Son tantas como organizaciones existen. Y sus cambios - o evoluciones- tan diferentes como personas trabajan en ellas.
¿Estamos enfocados para las Nuevas Formas de Trabajar?