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22/03/2017 La presión laboral ejercida por algunos responsables y directivos empresariales suponen una intimidación para el profesional que busca desarrollarse dentro de la compañía. Conocer qué prácticas ayudan a mejorar la motivación y productividad personal, limitando la capacidad de estos managers y sus prácticas tóxicas, permiten a los empleados tomar el control de la situación y dirigir su camino a la consecución de sus objetivos profesionales.

¿Es la intimidación una fórmula de dirección habitual en las empresas? Según, Bernie Klinder, empresario, inversionista y consultor, sí. Este profesional participó en Quora, una plataforma donde adquirir y compartir conocimientos, explicando su experiencia, ahora recogida en un artículo publicado por INC.

Según Klinder, el despotismo empresarial es una cualidad que muchos directivos, managers, líderes y CEOs aplican durante el desarrollo de su actividad directiva. De hecho, es una de las principales causas de auto-despido profesional.

“He estado en malos ambientes de trabajo, algunos de ellos en grandes compañías de Fortune 500, donde los managers mantenían a todos los empleados al límite, independientemente del departamento y nivel que ocuparan en la empresa”, describe Klinder. “Los manager tóxicos saben identificar los blancos fáciles, personas que tenían miedo de perder sus puestos de trabajo, sin embargo, también vi como había personas a las que no les afectaba la intimidación directiva”.

El empresario señala que al preguntar a las personas que no se dejaron influenciar por ese ambiente descubrió 3 cosas se pueden hacer a fin de neutralizar éstas prácticas, para impedir así que su acción determine las emociones y comportamientos de los trabajadores en la empresa:

Tener un plan ‘B’

Klinder descubrió que estas personas no tenían deudas y que podían pasar unos meses sin ingresos, por lo que las coacciones en base a una reducción de salario no les generaba miedo. Además, conocían su valía profesional y contaban con varias ofertas de trabajo en reserva, por lo que una pérdida del empleo no suponía una gran presión personal.

Para ello, estos profesionales dedicaban un tiempo diario a reforzar y mantener sus redes profesionales, vía LinkedIn, a fin de mantener activo sus perfiles y de no cerrarse puertas en distintos sectores y empresas.

Todas estas acciones emprendidas tienen un objetivo común: siguen un plan. Tener una meta permite enfocar mejor las decisiones que se toman, al tiempo que dan un sentido a los trabajos que se aceptan.

Aprendizaje continuo

Una de las acciones que permitían frenar su devaluación como profesionales era la expansión de sus habilidades a través del aprendizaje continuo y la aceptación de responsabilidades adicionales. Estas personas incluyeron entre sus deberes la construcción de su curriculum vitae, comprobando los anuncios de empleo con el objetivo de identificar las habilidades más demandadas.

Conocer la ley

"Nadie es irremplazable" y los managers lo saben. Por ello, Klinder recomienda tener un conocimiento amplio, no sólo profesional, correspondiente al sector, sino también legal. Saber las limitaciones en materia de despido, contrataciones, derechos y deberes de los trabajadores, en función del país en el que se ejerza la profesión ayuda a identificar qué prácticas y decisiones pueden ser llevadas a recurso y qué caminos seguir en las negociaciones laborales.

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