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NOTICIAS DE EMPRESAS DE RECURSOS HUMANOS

Quemar el currículum

HUBtalent reflexiona sobre la importancia de inscribirse en ofertas en las cuales se cumplen los requisitos

 
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03/02/2016 Muy frecuentemente las empresas de búsqueda y selección se encuentran con candidatos que se inscriben indiscriminadamente a ofertas de trabajo para las que no cumplen con los mínimos exigidos en las mismas.

No nos referimos únicamente a cuestiones de matiz o que podamos considerarlas dentro del margen de una supuesta flexibilidad de requerimientos. Se trata de una cuestión mucho más libertina, en la que con un simple “click” el candidato aplica a la posición sin la más mínima opción de que pase un primer filtro, ya que no cumple ni de lejos con las exigencias más objetivas de perfil.

Hemos de admitir que ciertos condicionantes para aplicar a un puesto pueden llegar a ser, particularmente durante el proceso de selección y según la marcha del mismo, más elásticos y esto acostumbra a regirse por el sentido común. Un buen ejemplo de ello podrían ser los años de experiencia solicitados o incluso optar a una promoción (por ejemplo, solicitamos un Brand Manager y recibimos un buen número de candidatos que actualmente son Product Managers), o el clásico grado de conocimiento de un idioma determinado, lo cual reconocemos que a veces puede ser subjetivo.

Lo que es del todo inadmisible es optar a un puesto para el que no se cumplen ciertas exigencias que se han calificado claramente como imprescindibles. A veces da la impresión de que ciertos candidatos se inscriben casi sin leerse la oferta, simplemente por un titular remotamente parecido a lo que han hecho alguna vez o, lo que es peor, lo que les parece que pueden hacer.

A menudo, nos encontramos con casos muy extremos. Sin exagerar: un junior aplica a un puesto de Gerente….; donde se ha señalado experiencia en desarrollo de piezas para el automóvil se nos dirigen Técnicos de I+D de Alimentación….., o Ingenieros en lugar de Biólogos.

Pero lo cierto es que abundan estos casos aunque hayamos elaborado muy cuidadosamente la oferta y hayamos sido muy rigurosos en el redactado del perfil solicitado. Hace algunos años incluso se empleaba una frase ya en desuso por decoro o por no ofender la inteligencia o sentido común del opositor como: “rogamos abstenerse…..”. Incluso en casos más flagrantes hay quien miente (textualmente) en killer questions para que su currículum sea leído.

Admitimos que en tiempos de escasez de ofertas y con los índices de paro de algunos países de la Unión Europea, la “desesperación” puede provocar actitudes de este tipo. Aun así, creemos que debemos aconsejarles que desistan de esta actitud; lo que consiguen con ello es “quemar su currículum”, dar una mala imagen de sí mismos y frustrarse. Esta consideración va mucho más allá de la eventual molestia y pérdida de tiempo que nos pueda ocasionar a nosotros como Consultores.

Instamos pues a nuestros lectores a que piensen bien a dónde dirigen su currículum y que ello sea consecuencia de una reflexión profunda de sus reales competencias y conocimientos, no de un deseo o necesidad; si se mueven sólo por esa motivación obtendrán únicamente reiteradas negativas, con la consecuencia de acrecentar su desánimo e incluso angustia por una sensación de rechazo que lamentablemente en estos casos estará más que justificada.

 

 

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  • Erick Ruiz Richter 07/02/2016 a las 15:20

    Es un excelente planteamiento pero solo por una parte. Entiendo la desesperación de alguien al que se le solicita un candidato con unas especificaciones muy concretas y se encuentra con un alubión de oferta de trabajadores. Aquellos que nos encontramos buscando una oportunidad laboral que se adecue mas a nuestras capacidades y vocación, nos vemos avocados a buscar grietas en ofertas, que aunque en principio parecen muy solidas, resultan frágiles ante un escrutiño más profundo. Un empresa que esta buscando un responsable de taller, con unas 20 personas a su cargo, espera poder contratar al super crack del mercado, pero cuando se concretan los medios con los que dispone la empresa, el sueldo disponible, se esperá contratar a un becario, que cobre poco, no se queje, trabaje mil horas y venda su alma a la empresa por el resto de su vida o hasta que la empresa decida resindir de sus servicios. Mi caso concreto en este caso es encontrar esa ventana de oportunidad que va entre lo que la empresa quiere y lo que puede permitirse. En muchas ocaciones se entiende que las ofertas no reflejan la realidad, ya que dan una mala imagen de la empresa. Como potencial cliente de una empresa de estructuras metalicas, no confiaria mucho en una empresa que para cubrir puestos de ingenieros de calculo esta buscando becarios o gente con formación profecional. Ejemplos hay muchos, aunque la gente prefiere mirar para otro lado, pero la caida de la cúpula de la plaza de toros de madrid sería un buen ejemplo.

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