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15/07/2016 La automatización “cambiará fundamentalmente la naturaleza de las organizaciones”, esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio de una empresa estadounidense que ha analizado los efectos y consecuencias de la introducción de la tecnología en diversos sectores industriales, hasta llegar a copar los puestos de trabajo que antes ocupaban únicamente manos humanas. El estudio destaca que, el reto para los administradores empresariales, será la de identificar en que lugar la automatización podría transformar sus organizaciones y dónde obtienen el valor añadido, dado el costo de la sustitución del trabajo humano por máquinas y la complejidad de su adaptación a los procesos de negocio.

El avance tecnológico ha provocado que patologías como el tecnoestrés ya empiecen a diagnosticarse en el mundo profesional como una enfermedad moderna de adaptación, originada por la incapacidad de las personas de afrontar el uso e introducción de las nuevas tecnologías en sus puestos de trabajo. Este efecto negativo ha modificado nuestra vida social y, sobre todo, nuestra forma de trabajar. De hecho, ligado a este tecnoestrés se encuentra la ansiedad, que puede ser de tres tipos en función de su origen:

• La ansiedad psicológica se encuentra relacionada con el temor a romper o dañar la tecnología por no saber usarla correctamente.
• La ansiedad por funcionamiento, que implica la dificultad de adaptación a los nuevos sistemas de trabajo que han introducido nuevos sistemas tecnológicos.
• La ansiedad social por el temor de ser sustituido por una máquina, en el que se encuentra incluido esta tendencia a la automatización de determinados trabajos que, con anterioridad, necesitaban de mano obrera.

Sin embargo, la automatización no es universal y, según publica Fortune en un artículo de James Manyika, Michael Chui y Mehdi Miremadi, socios de la consultora McKinsey & Company, que muestra los resultados detectados tras el análisis de más de 2.000 actividades de trabajo en todos los sectores de la industria a través de la economía de Estados Unidos, hay ocupaciones que tienen más o menos probabilidades de ser invadidas por la tecnología robótica, llegando a reducir el porcentaje de plantilla humana.

Sectores y empleos que un robot no puede realizar

En primer lugar, el estudio manifiesta que mientras que viabilidad técnica es una condición “previa” y “necesaria” para la automatización, también se requieren otros factores para construir un negocio sostenible. Estos incluyen el coste que implica su desarrollo y la creación del hardware y el software para la automatización, así como la dinámica de la oferta y la demanda de la mano de obra.

Un ejemplo, la sustitución de cocineros por robots caros puede ser posible a nivel técnico, pero puede que no tenga sentido a nivel económico, ya que la inversión puede superar los beneficios.

Además, están los problemas regulatorios y sociales que también podrían ser factores importantes en el sector sanitario, y es que la empatía es una de las características que sólo puede trasladar a los pacientes una enfermera humana. Según el análisis, menos del 30% del trabajo que realiza una enfermera puede ser automatizado, mientras que para los higienistas dentales se reduce al 13%.

En el caso de las actividades que requieren movimiento físico o manejar maquinaria en entornos impredecibles son relativamente difíciles de automatizar. Los ejemplos, recogidos en el estudio, incluyen operar una grúa en una obra, la recogida de basura o hacer las camas en habitaciones de hotel. Sin embargo, también matizan que, cada vez más, las investigaciones afinan sus objetivos y procesos para mejorar el comportamiento de los robots en entornos físicamente impredecibles.

No obstante, las actividades más difíciles de automatizar son los que implican la gestión y desarrollo de personas (9% potencial de automatización), donde se aplica la experiencia necesaria para la toma de decisiones, la planificación o el trabajo creativo (18%), así como interactuar con los clientes, proveedores y otras partes interesadas (20%). Estas actividades, donde la experiencia y la edad a menudo son un punto de referencia, implican la introducción de demasiadas variables que la tecnología todavía no puede asumir.

Aunque de todos los sectores examinados, el más difícil de automatizar es el de la educación. La esencia de la enseñanza incluye una experiencia profunda y compleja basada en multitud de interacciones con otras personas para las cuales las máquinas no están preparadas.

Los trabajos con más probabilidades de ser automatizados

Por otro lado, el estudio revela que la mayoría de trabajos en EE.UU. implican la realización de actividades físicas o el manejo de maquinaria en un entorno que es predecible, con acciones específicas que son susceptibles de ser ocupadas por programación informática. De hecho, se destaca que “más de las tres cuartas partes de esas actividades ya podrían ser automatizados con la tecnología actual”.

Entre los sectores que se incluyen en la lista de los “más susceptibles a la automatización” se encuentran los sectores de fabricación, alimentación, recogida y tratamiento de datos, servicios financieros y de seguros. Sin embargo, esto no implica una desaparición total de las personas en algunos de los procesos laborales de estos sectores, y en la combinación de los beneficios que aporta la tecnología y los del trabajo humano está la clave del éxito. Por ejemplo, los agentes bancarios gastan el 90% de su tiempo procesando datos mientas que, con la introducción de sistemas informáticos, podrían dedicarse a asesorar a los clientes.

Sólo el 5% de las ocupaciones podrían ser totalmente automatizadas

Entre las conclusiones del estudio, se encuentran datos como que sólo el 5% de las ocupaciones podrían ser totalmente automatizadas mediante la adaptación de la tecnología actual. Sin embargo, estás tecnologías sí podrían copar el 45% de las actividades de las personas. Además, el 60% de todas las ocupaciones podría ver sustituidas, en un 30%, sus actividades por trabajos automatizados.

No obstante, los responsables del estudio advierten que este se encuentra basado en la tecnología disponible en actualidad y que ésta sigue desarrollando su viabilidad técnica, por lo que las máquinas podrían adquirir habilidades lingüísticas naturales y otras acciones que ampliaran su introducción en otros sectores.

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