5 claves para mejorar la rutina matutina

Hay personas a quienes les gusta apurar los minutos en la cama con el fin de ganar segundos extra de sueño, sin embargo, después, la rutina es igual para todos los hogares españoles: levantarse, vestirse, preparación de un café rápido y a la calle. Eso sin contar quienes en vez de gastar ese tiempo “extra” en dormir lo usan para ducharse o simplemente para salir antes y tener un margen de minutos para aparcar el coche, en caso de que la situación del tráfico se complique.

Todo este estrés inicial puede generar que nuestro estado de ánimo fluctúe entre el enfado o la frustración desde primera hora de la mañana. Una situación que, en todo caso, no ayuda a que la jornada laboral comience por buen camino hasta hacer que desde el inicio nuestra productividad baje a niveles de media mañana.

¿Cómo podemos enfrentar esas horas iniciales del día?

Up SPAIN, especialista en la gestión de beneficios para los empleados, recomienda establecer una rutina básica y sencilla -basada en cinco pasos- que servirá para que nuestro cuerpo y mente se reactiven de manera gradual y que afrontemos esos retos matutinos de una manera calmada.

Para empezar y en base a los resultados de algunos estudios, dormir horas demás no es bueno para el cerebro. El proceso de reactivación de los mecanismos mentales es mucho más lento cuando se sobrepasan las 6-7 horas de sueño o cuando no se alcanzan esas horas. Sin embargo, no siempre es posible cumplir con esa premisa.

Por ello, los expertos recomiendan establecer horarios fijos y constantes que entrenen a nuestra mente en una rutina automática, facilitándoles ese proceso de reactivación. No se trata tanto de si uno se acuesta más pronto o más tarde, sino que siempre sea a una misma hora.

Por otro lado, una vez nos hemos levantado, es importante estirar el cuerpo. Este proceso puede parecer farragoso o sencillamente demasiado simple, pero la realidad es que los problemas derivados de una mala ergonomía son uno de los principales problemas en los trabajos del siglo XXI. Establecer una rutina de estiramientos básicos de cuello y espalda, principalmente, si no se dispone de demasiado tiempo va a permitir que ese proceso de activación se traslade al cuerpo.

“El desayuno es la principal comida del día”. Esto es algo que los nutricionistas no cesan en repetir y, sin embargo, son pocos los que le dedican el tiempo necesario. De hecho, es una de las lecciones que los estadounidenses tienen bien aprendida, si bien es cierto que los niveles calóricos que incorporan en estas jornadas de desayuno no es la más recomendada. No obstante, en lo que todos los médicos sí coinciden es que llevar a cabo un desayuno que vaya más allá del simple café, es lo que va a determinar cuánta energía de reserva vamos a incorporar a nuestra jornada laboral.

En cuarto lugar, una vez hemos preparado nuestro cuerpo y mente, hay que reforzar nuestras propias energías. Estudios avanzados en la conducta humana, han demostrado que la proyección de pensamientos negativos sobre una situación, circunstancia o imagen personal dificulta aún más que la persona pueda enfrentar los retos que la vida, sea personal o laboral, le pueden plantear en un momento dado.

Reforzar los pensamientos positivos y visualizarnos alcanzando esa meta que queremos lograr ya sea aun corto, medio o largo plazo es algo que todo deportista de élite conoce bien. De hecho, no sólo es una rutina que se aplican desde el ámbito deportivo sino también empresarial de alto nivel.

Finalmente, y siguiendo con el tema de las metas, es importante enfocar qué es lo que se pretende conseguir ese día. Por ejemplo, mantener una actitud alegre durante el día o un estado de ánimo estable pueden ser algunos de esos objetivos a alcanzar.

Sin embargo, también pueden ser elementos más tangibles como terminar una tarea complicada. De hecho, es recomendable que aquellas tareas que van a requerir de un plus de concentración por nuestra parte, sean fijadas a primera hora de la mañana, cuando la energía tiene un nivel más alto. Una rutina que ya llevan a cabo diariamente los equipos de trabajo y empresas de éxito en forma de reuniones o, incluso, desayunos de negocios.