06/11/2015 · Las empresas establecen en las ofertas de empleo que publican una serie de requisitos previos que todo candidato debe cumplir para poder acceder a esa vacante ofertada. Estos criterios les sirven de ayuda para acotar la búsqueda de los perfiles que mejor se adaptan a sus necesidades. Dos de los requisitos que más se repiten son la edad del candidato y sus años de experiencia en el sector o en puestos similares al ofertado.
A la hora de realizar un proceso de selección, las empresas valoran de forma muy positiva que los candidatos cuenten con conocimientos previos sobre el puesto, pero también hay otra serie de competencias y habilidades profesionales que les sirven a las compañías para reconocer factores de tipo cualitativo con los que realizar una mejor evaluación de los conocimientos y capacidades del candidato.
El problema surge cuando hay que acreditar y certificar esas cualidades que son menos visibles. Aspectos cuantificables como la edad o la experiencia laboral del demandante de empleo cobran un mayor protagonismo y se convierten en unos de los sistemas más recurrentes para evaluar los distintos perfiles profesionales.
De las más de 720.000 ofertas de empleo analizadas para este estudio, en el 31,2% de ellas se recomienda entre los requisitos la edad de la persona a incorporar. Si bien es cierto que para las empresas no se trata de un factor determinante para la contratación del profesional, sí lo es para descartarle, independientemente de sus otras cualidades, aptitudes y actitudes.
La edad media requerida para cubrir la oferta de empleo ha descendido ligeramente durante este último año, quedando ahora en los 34 años (un año atrás se aproximaba más a los 35). Por segmentos de edad, la franja que tiene más fácil el acceso al mercado laboral es la que abarca desde los 31 a los 35 años, con el 28% de las vacantes de empleo, seguida de la que va de los 26 a los 30 años, con un 25,1%; en total más del 55% de las ofertas de empleo. Mientras que el segmento de 36 a 45 años desciende su participación hasta el 29%.
Paradójicamente, los peor parados son los profesionales con mayor y menor experiencia en el mercado laboral, es decir, los mayores de 45 años, y los menores de 25.
En el caso del primer colectivo, las ofertas que valoran candidatos que estén dentro de sus últimos 20 años de vida laboral siguen cayendo y se quedan tan sólo en el 6,2% (6,6% hace un año). La dificultad de acceso al mercado de trabajo para los profesionales de más de 45 años tiene su reflejo real en las elevadas tasas de desempleo existentes entre los candidatos de esta franja de edad.
Otro de los colectivos que más sufre las consecuencias de la edad en las ofertas de empleo son los menores de 25 años. Éstos pueden optar al 8,9% del total de las ofertas, y aunque estadísticamente no son buenos datos, desde un punto de vista competencial un porcentaje alto de esos candidatos en búsqueda de empleo opta por seguir formándose, con lo cual mejoran sus expectativas de integración laboral por sus mayores competencias formativas. Con todo, es un porcentaje de vacantes superior al de un año atrás cuando podían optar al 7,7%.
En palabras de Encarna Maroño, directora de Recursos Humanos de Adecco: “si bien es cierto que estos criterios en las ofertas ayudan a las empresas a identificar el perfil que están buscando y a optimizar la criba curricular, es aún más cierto que, durante el proceso de selección, los años de experiencia y, especialmente, la edad cada vez cobran menos protagonismo. Los consultores de selección son absolutamente conscientes de que las competencias y la actitud están por encima de todo ello”.