Cómo construir una organización de Embajadores de marca

Los expertos en publicidad y ventas, llevan años siendo conscientes del impacto positivo que tienen las recomendaciones. No hay nada más efectivo que alguien -generalmente una persona en la que se confía- te recomiende un producto o servicio para que el deseo de probarlo se active. Y aunque el ‘boca-oreja’ no es nuevo, gracias a la llegada de Internet, esta estrategia ha ampliado su poder, ya que ahora se puede medir en datos y estadísticas en tiempo real, dando lugar al llamado marketing digital.

Esto es así gracias a las redes sociales, blogs y demás plataformas digitales que permiten compartir una opinión con un público más amplio, quedando así registrada en la Red, lo cual permite ser medida respecto a su alcance (cantidad de público al que llega el mensaje), así como el tipo (positivo o negativo) y perfil (características del público al que llega) del feedback.

La consecuencia de esto es que, ahora, los usuarios pueden crearse su propia impresión sobre una marca, tan solo ojeando Internet y sin necesidad de interactuar directamente con ella o de hacer uso de sus productos o servicios. Esto llevado al terreno de los recursos humanos es similar, ya que los profesionales pueden decidir si quieren o no trabajar para una determinada empresa, en función de las impresiones, no solo de los clientes sino de sus trabajadores.

De hecho, existen plataformas exclusivamente dedicadas a ello, a fin de descubrir las fortalezas y debilidades de las organizaciones. De este modo, ya no es necesario conocer en persona al trabajador en cuestión, dado que el talento puede consultar sus experiencias laborales pasadas y presentes, vía online o preguntándoles de manera directa a través de sus perfiles sociales.

Asimismo, con el aumento de la popularidad de estos canales sociales, han comenzado a surgir figuras que se han convertido en referentes para muchos usuarios. Son los llamados influencers, personas que cuentan con un gran número de seguidores y que suponen un valor importante para las empresas, pues la confianza con su target ya está establecida y, por tanto, sus opiniones sobre las marcas que patrocinan o recomiendan generan un mayor impacto que, incluso, las que podría tener un cliente anónimo. Es por ello, que las marcas han convertido a muchos de estos influencers en embajadores, aunque esta figura no tiene por qué estar ligada a alguien ‘popular en la red’. De hecho, hay empresas que han recurrido a sus profesionales para constituir esta figura en la empresa, la cual se encarga de difundir los mensajes al talento que se busca atraer.

En este sentido, Casey Foss, Director de marketing de West Monroe y miembro del equipo ejecutivo de la firma, ha revelado en un artículo publicado en Forbes, algunas pautas que permiten a las organizaciones identificar y crear esta figura embajadora en su plantilla. Para ello, el primer paso que recomienda llevar a cabo es la presentación de la marca de forma interna, asegurándose de que cada profesional conoce y, sobre todo, comparte con ella, las fortalezas, objetivos, valores y cultura de la empresa.

La forma de hacerlo puede variar, desde la realización de eventos especiales, digitales o en persona, a través de historias audiovisuales publicadas en blogs, mediante cartelería, vídeos, correos electrónicos mensuales y las redes sociales, haciendo que las personas puedan después compartir estos mensajes con su público, permitiendo que la compañía duplique el tráfico de su sitio web y haciendo que las experiencias profesionales positivas vividas se conviertan en evidencias.