Adaptación, clave para seguir siendo competitivos en el futuro

Las oportunidades que las nuevas tecnologías suponen, en términos de negocio y empleo, son tan reales como los son sus riesgos. Sin embargo, Karina Reniu, Directora asociada del Grupo Humannova, apuesta en un artículo por una visión optimista, siendo consciente de la incertidumbre que el nuevo contexto empresarial genera en el talento, debido a su volatilidad, complejidad y a lo cambiante que resulta el mercado de trabajo actual.

“Muchos puestos de trabajo van a desaparecer en gran medida por la automatización. Pero muchos otros, que hoy no nos imaginamos, van a surgir. ¿Nos hemos imaginado que gran parte de las compañías incorporarían personas para cubrir puestos de Community Manager o Agile Coach?, por nombrar solo dos ejemplos entre tantos”, destaca.

Asimismo, para la experta, la clave de la superveniencia profesional reside en el cambio actitudinal, aquel que favorecerá la adaptación al cambio. “Creo que la competencia no es contra los robots, sino contra nosotros mismos, debemos desafiar nuestras barreras mentales”, apunta.

En este sentido, Reniu cree que los empleos del futuro van a demandar nuevas competencias, principalmente vinculadas a las habilidades sociales, la resiliencia, a la toma de decisiones en entornos complejos y de incertidumbre y, al uso de la tecnología. Además, van a requerir de mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a dichos entornos.

“Considero que la clave es la transformación de la educación. No solo se habla de los contenidos, sino también de desarrollar en los alumnos las competencias que va a necesitar el mercado”, alega, al tiempo que aboga por una revisión de la duración de las carreras, dada la velocidad de los cambios que impactan en los contenidos, “que muchas veces quedan obsoletos cuando los alumnos finalizan sus estudios”, según señala. Y es que, “el mundo cambia más rápido que los programas”, añade.

De hecho, para la profesional, uno de los elementos que refuerza esta necesidad de transformación es el cambio que se ha producido en el rol de los alumnos, el cual es ahora mucho más activo y es quien porta el conocimiento. Dicho cambio también ha generado una evolución en el papel que deben cumplir los docentes. “Debemos adaptarnos tomando un rol de facilitadores”, indica.

Pero el desafío de la educación no es solo transmitir conocimiento, sino también formar en las competencias que va a requerir este nuevo entorno, independientemente del puesto que se ocupe. “Debe preparar a las personas para que se apropien de sus carreras y de su desarrollo profesional”, apunta la directiva de Humannova.

“Estamos en medio de una revolución, de un cambio de paradigma y tenemos la maravillosa oportunidad de ser parte: ¿cómo? cuestionando los modelos vigentes, compartiendo el conocimiento, generando equipos multidisciplinarios que nos permitan pensar desde diversas ópticas un mismo problema, permitiéndonos desaprender para volver a aprender”, concluye.