Crece el interés del talento por las empresas con un claro compromiso social y medioambiental

Cada vez son más las personas que anteponen la ecología a la hora de escoger un producto o un servicio. Se trata, de hecho, de un tipo de consumidor emergente, comprometido con la conservación, que tiene en cuenta el impacto de sus hábitos de consumo y se siente corresponsable con el cuidado del planeta. Así lo revela el informe “Otro consumo para un futuro mejor: nuevas economías al servicio de las personas y el planeta” realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social.

En base a los resultados de una encuesta a 1.300 personas, el análisis de casi 350 hábitos de compra y la opinión de 26 expertos en consumo responsable y economía colaborativa, dicho estudio también destaca que casi tres cuartas partes de los consumidores españoles ya están tomando decisiones de compra basadas en motivos éticos y de sostenibilidad.

Sin embargo, dicha preocupación social y medioambiental también se traslada al talento, que incluye estos parámetros a la hora de valorar a las empresas. Así lo concluye otro estudio realizado en base a los resultados de una encuesta llevada cabo por Harris Interactive National Quorum para Interface, Inc.

En él, se indica que, durante la toma de decisión acerca de un nuevo lugar de trabajo, los empleados no sólo evalúan a las organizaciones en función de su éxito en el ámbito financiero, sino que también dan importancia a su impacto en el entorno en el que operan. De hecho, el éxito financiero se sitúa incluso por debajo de otros factores como el compromiso social y respeto por el medio ambiente.

De este modo, los resultados revela que para el 71% de los encuestados el compromiso de una empresa con la sostenibilidad es un criterio importante o muy importante; mientras que el 63% afirma que el impacto que ésta tenga en el medio ambiente es vital a la hora de evaluar un nuevo lugar de trabajo; frente al 61% que asegura que el margen de ganancias de la compañía es vital para tomar esta decisión.

Además, el estudio destaca diferencias a razón del género de los encuestados. Así, mientras que el 78% de las mujeres empleadas siente que el impacto de una compañía en el medio ambiente es particularmente importante, sólo el 52% de los hombres piensa lo mismo, que pese a ello sigue suponiendo más de la mitad.

Estos datos explican son el motivo por el que, en más de una ocasión, las empresas incluyen en sus respectivas propuestas de valor para el empleado (EVP, por sus siglas en inglés) los principales ejes de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y promuevan el voluntariado en su foro interno. Así lo avalaba el último informe del Observatorio de Voluntariado Corporativo (OVC), publicado en 2013, que ponía de relieve el incremente de un 12% que el voluntariado corporativo había experimentado en las empresas españolas.

Asimismo, el estudio señalaba que casi el 60% de compañías analizadas llevaban a cabo actividades de voluntariado, aunque eso sí, de forma puntual y sin programas. Algo que, no obstante, ha ido cambiando con el paso de los años y conforme el interés de los profesionales respecto a estos planes ha ido creciendo.

De este modo, tal y como se apunta en un artículo publicado por el Huffingtonpost, el talento busca ahora compañías que sepan “generar negocio”, pero que lo hagan “de una forma más amable con la sociedad y con el medio ambiente” y que “entiendan e integren conceptos como responsabilidad social, derechos de los trabajadores, impacto positivo, calentamiento global, medio ambiente en equilibrio, huella de carbono en su forma de hacer”.