12/09/2019 · Cada vez más profesionales buscan flexibilidad en su trabajo. Hasta tal punto que, según el informe anual Randstad Employer Brand Research 2019, se ha convertido en un factor decisivo y clave para atraer talento a una organización. La conciliación entre el entorno laboral y la vida personal se mantiene como el segundo factor más importante, registrando el 55%, al igual que en 2018.
El informe de Randstad también pone de manifiesto que otros factores, como el ambiente de trabajo agradable, experimentan una tendencia de crecimiento en los últimos años a medida que se ha ido reactivando el mercado laboral y reduciendo la tasa de desempleo.
Por otro lado, está demostrado que la edad es un factor determinante a la hora de decidirse por una oferta laboral, ya que cerca de la mitad (48%) de los millennials valoran como fundamental que la empresa ofrezca un ambiente de trabajo agradable. Y los empleados de entre 35 y 54 años (60%) son los que priorizan a la hora de elegir su lugar de trabajo que ofrezca conciliación familiar y profesional de una manera más decidida que sus compañeros de otras edades.
Todos estos datos sugieren, según Randstad, que las compañías sin una política clara y definida referente a la conciliación corren un riesgo que potencia la fuga de talento. Por tanto, se muestra evidente que esta nueva tendencia destaca la implicación de los empleados, quienes han ganado un rol de mayor poder en cuanto a determinar la importancia de introducir políticas de conciliación y espacios de trabajo flexibles.
Ante este nuevo escenario, las empresas han empezado a mover ficha: según muestra un estudio global llevado a cabo por IWG Group, el 77% de las empresas a nivel global y el 69% en el caso de España, se están adaptando para mejorar la fidelización del talento mediante la introducción del trabajo flexible, una medida cada vez más demandada por los profesionales que quieren permanecer en una empresa o acceder a ella. Una de las razones es la apuesta por las políticas conciliadoras de la vida laboral y personal, ya que mejoran dicho equilibrio.
Desde Randstad también explican que las empresas están apostando por por implementar espacios colaborativos o zonas con nueva distribución, en especial a lo que compete al posicionamiento del mobiliario de los lugares comunes, ya que los cubículos y las mesas de trabajo segregadas desalientan la colaboración y fomentan culturas que promueven la competencia en lugar del trabajo en equipo.
Algunos de los beneficios que aportan son: