El deporte, el mejor aliado contra el estrés

La práctica diaria de ejercicios es una de las formas naturales para evitar que se convierta en un problema grave. Aunque no todos los deportes tienen la misma eficacia y también hay que tener en cuenta la intensidad con la que se practiquen. Al practicar deporte lo que conseguimos es liberar serotonina, una hormona que se encarga de hacernos sentir más felices y relajados.

Así, dos son las características fundamentales en las que debe destacar una disciplina deportiva para ayudar a batallar contra el estrés: intensidad y concentración. Y la actividad física de carácter aeróbico, que activa nuestra circulación y nuestra respiración, es la más eficaz. Por lo tanto, deportes como la bicicleta, la natación o el running pueden ayudar, y si eres de los que prefiere el deporte en equipo, el fútbol o el baloncesto son también opciones válidas.

En el otro extremo de la balanza, pero perfectamente compatibles con ellos, se sitúan las disciplinas deportivas llegadas en su inmensa mayoría desde Oriente que tradicionalmente se han vinculado precisamente a la liberación de las malas vibraciones y del estrés gracias al alto grado de concentración que se alcanza si se practican correctamente. El yoga, el pilates y el taichi están entre las más reputadas.

Así que, desde Up Spain aseguran que un programa de ejercicios exitoso comienza de forma muy sencilla: primero, hay que hablar con el médico, ya que hay que asegurarse de que no hay alguna patología previa que nos impida realizar la actividad escogida. Y segundo, empezar poco a poco, de forma progresiva, para evitar lesiones y que el cansancio o las agujetas nos lleven a tirar la toalla.

Recogemos algunos consejos que la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos recomienda para seguir una rutina nueva o retomar un entrenamiento:

• Establece objetivos inteligentes. Anota objetivos específicos, cuantificables, posibles, relevantes y de tiempo limitado.
• Si tu objetivo principal es reducir el estrés en tu vida y recuperar energías, tus objetivos específicos pueden ser comprometerte a caminar durante la hora del almuerzo tres veces por semana o, de ser necesario, buscar una niñera para que cuide a tus hijos mientras vas a una clase de ciclismo.
• Busca a un amigo. Saber que alguien te espera en el gimnasio o el parque puede ser un gran incentivo. Entrenar con un amigo, un compañero de trabajo o un familiar con frecuencia aporta un nuevo nivel de motivación y compromiso con el entrenamiento.
• Cambia tu rutina. Si siempre fuiste un corredor competitivo, analiza otras opciones menos competitivas.
• Haz ejercicio en intervalos. Los períodos cortos de actividad también son beneficiosos. Por ejemplo, si no puedes incluir una caminata de 30 minutos, intenta hacer tres caminatas de 10 minutos. El entrenamiento con descanso, que supone breves períodos (60 a 90 segundos) de actividad física intensa casi con el máximo esfuerzo, se presenta como un modo seguro y eficaz de obtener muchos de los beneficios del ejercicio de mayor duración.

Lo más importante, como nos recuerdan desde UpSpain, es que la actividad física regular sea parte de tu estilo de vida.