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in talent communication
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Andrea Campos Rodríguez,
Estudiante de Doble Grado en Derecho y ADE en la
Universidad Carlos III de Madrid
19/04/2017 · Andrea Campos es una apasionada del mundo de la empresa y del derecho que busca ampliar horizontes profesionales y formativos de forma constante. Cree, por tanto, en el aprendizaje continuo y prueba de ello son los tres cursos que ha cursado hasta la fecha relacionados con la negociación y la mediación, participando en jornadas internacionales y talleres especializados ligados a estos temas. Así mismo ha participado en varias competiciones, resultando ganadora en el I Moot Internacional de Mediación Civil y Mercantil, organizado por la Universidad de Nebrija, Habitus Incorporated, IDM.
Soy una mente dinámica y abierta, una mente inquieta e inconformista que parte de la premisa de conocer para entender, entender para mejorar, mejorar para ser. Además tengo las ideas claras, pero nunca estáticas.
Disfruto dándole una doble vuelta a las cosas, valorando todos los ángulos en lugar de quedarme con uno solo. Considero fundamental saber quiénes somos y de dónde venimos para trazar el a dónde vamos.
Por otro lado, soy una persona apasionada por el saber y con ansias de aprender. Creo que una carrera es más que un título, es una oportunidad. Si bien muchas personas adquieren el título, no muchas aprovechan la oportunidad.
Puedo asegurar que yo estoy en el grupo de las personas que aprovechan las oportunidades y que soy de esas personas que quieren dejar su huella, contribuir a cambiar el mundo.
Por un lado, la complementariedad de ambos y la negativa a centrarme en un solo reto, me gusta tener diversos frentes abiertos. Por otro lado, no podría haber elegido entre uno de los dos, el Derecho es mi pasión pero las Finanzas, RRHH, M&A…no se quedan atrás. Mi deseo es poder complementar mis pasiones en el futuro, por ejemplo, trabajando en el campo del Derecho corporativo.
Esfuerzo, afán de superación y capacidad de análisis no solo técnica, sino también interpersonal e intrapersonal son tres capacidades que creo que van de la mano a la hora de considerar la aportación principal que podré ofrecer. Asimismo, tengo capacidad de observación y de trato a las personas, lo que me facilita el trabajo en equipo y me permite desarrollar la empatía, una cualidad a la que todos debemos aspirar.
Por otro lado, tengo mucha facilidad para expresarme, para relacionarme y sobre todo para escuchar y entender a las personas. La implicación personal es fundamental en los trabajos del milenio, siempre desde una perspectiva profesional, por supuesto.
Considero que la sociología, la psicología, psicoanálisis y neurociencia son algunos de mis hobbies, disfruto leyendo ensayos y manuales en mi tiempo libre.
El esfuerzo es intrínseco a cualquier aptitud, así como el afán de superación, pues en mi opinión nunca debemos conformarnos con ser “buenos” o “malos” en algo, sino potenciar aquellas capacidades ventajosas y establecer un sistema de contrapesos para compensar aquellas aptitudes que se nos resisten un poco más.
En primer lugar, considero fundamental que la empresa tenga una relación con el trabajador propia del siglo XXI. Esto implica no solo cercanía con él, sino la creación de un ambiente de trabajo confortable en el que el empleado pueda desarrollar sus habilidades al máximo. Ningún contratado debería dejar de aprender por el simple hecho de estarlo, el aprendizaje continúa a lo largo de toda nuestra vida laboral y la empresa, como ente directivo, debería fomentarlo.
En segundo lugar, me gustaría que el sistema de promoción estuviera basado en los principios de mérito y capacidad. La historia de la economía del trabajo nos ha enseñado que los incentivos son fundamentales para que el trabajo y el capital tengan una relación directa.
En tercer lugar, me gustaría ser entrevistada por una empresa que no valore simplemente los resultados académicos, pues no lo son todo. La Universidad hoy en día sigue siendo muy teórica y no nos da la oportunidad de mostrar nuestro talento de forma óptima. Lo que hacemos extracurricularmente: viajar, cursos de formación, torneos, estudio de idiomas y desarrollo independiente de nuestras capacidades debe ser también valorado.
En primer lugar, una empresa con falta de motivación para el trabajador, que haga del trabajo algo estático de lo que no podamos exprimir ninguna experiencia.
En segundo lugar, una empresa que no tiene en cuenta a sus empleados a la hora de tomar decisiones que afectan al bienestar de los mismos.
Por último, pero no menos importante, no me gustaría trabajar en una empresa que solo tiene en cuenta un número de referencias para contratar a sus empleados.
Además de la prensa común, pues dedico todos los días un tiempo a estar informada, sigo diarios más especializados -como The Economist, elEconomista- y otros portales como LinkedIn, dondehaytrabajo (que es un portal que recopila información sobre expansiones de empresas y actualiza cada día las oportunidades de las empresas que están contratando), studentjob…y ahora acabo de conocer este portal, talentstreet, el cual añadiré a mis marcadores.
En alguno de los grandes despachos de abogados de nuestro país o quizá en una de las Big Four. Es una meta ambiciosa, pero en mi carrera trabajamos duro todos los días para superar cualquier límite.
Creo que nos hacemos a nosotros mismos. Nos fijamos un objetivo y no paramos hasta conseguirlo. La tenacidad, la inquietud y la actitud son el aderezo perfecto para el talento. Y el talento deviene en éxito.
Antes de responder a esta pregunta me gustaría recalcar que hay muchas grandes compañías en las que me gustaría trabajar porque tienen en cuenta el talento, el mérito y la capacidad, la competencia e integran perfectamente al estudiante desde los últimos cursos.
Son compañías que siguen una estructura y organización propia de nuestro siglo, compañías cada vez más internacionales que se han sumado a la globalización del trabajo a través de los sistemas de rotación y de su presencia en multitud de países, que se han adaptado a los jóvenes de nuestra generación y que se han unido a la cadena de pulido porque han entendido la importancia de la misma a lo largo de nuestra vida.
Sin embargo, como piden un numerus clausus, voy a citar algunas que fueron ponentes en en la Maratón de Empleo Jurídico de la UC3M y cuyos sistemas de contratación me resultaron interesantes: Clifford Chance, Uría Menéndez y Deloitte.
Sí. A través de LinkedIn en las redes sociales y, de forma más personal, participando en concursos como el I Moot Internacional de Negociación y Mediación Civil y Mercantil organizado por Habitus Incorporated, la Universidad de Nebrija y MWI, que fue albergado por sedes como la Cámara de Comercio, KPMG, Bird&Bird, Herbert Smith Freehills…
En este torneo contamos con la presencia de decenas de abogados, mediadores, auditores…de grandes empresas de los que algunos tuvimos la oportunidad de aprender de primera mano. Allí descubrimos que nos unían intereses comunes. Ellos se veían reflejados en nosotros unos años atrás y nosotros nos veíamos reflejados en ellos como nuestro ejemplo en un futuro próximo.
Además, acabo de unirme al Social Challenge organizado por Deloitte y la Fundación Exe, espero poder hacer contactos y enriquecerme con la experiencia, que tiene una finalidad social preciosa: los niños más desfavorecidos.
Creo que mientras sigan una estrategia de selección y contratación mixta podrán hacerlo. Con esto quiero decir que además de criterios objetivos (que son necesarios), añadan a sus procesos criterios subjetivos. Por ejemplo, el expediente es algo objetivo y las cualidades del potencial empleado son el elemento subjetivo.
El expediente perfecto albergado en una persona con habilidades sociales nulas o con una carencia de interés por aprender no parece una buena combinación. De la misma manera, una persona con labia, habilidades sociales…etc sin el conocimiento técnico necesario no podrá aportar un 100% a la empresa.
Aprovechar al máximo los años de formación universitaria que me quedan, aprender no solo para un examen sino para aprehender el conocimiento y hacerlo mío, interiorizarlo.
Seguir explotando de forma apasionada las aptitudes que he asentado, así como incorporar otras nuevas. Por ejemplo: no cesar en el aprendizaje de idiomas, seguir participando en todos los cursos de información dentro de mis áreas de interés, retándome a mí misma en Moot Courts y otras competiciones, viajar y, en definitiva, seguir creciendo tanto en lo laboral como en lo persona.
TAGS: derecho | ADE | estudiantes
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