El talento español desea fugarse al extranjero

¿Tiene España un problema a la hora de retener el talento? Sí, según los resultados de la primera ‘Encuesta del Futuro Estudiante Universitario’ de la Universidad Pontificia Comillas. Y es que más de la mitad de los futuros universitarios (55,2%) prefieren desarrollar su carrera profesional fuera de España.

Esta conclusión viene a constatar un problema que fue registrado en el Índice de Competitividad por el talento Global, un ranking mundial basado en la capacidad de atracción y retención del talento, publicado en 2016 por Adecco, la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership, que situaba a España a la cola de los países europeos analizados, por detrás de estados como Lituania, Hungría, Letonia o Malta, y ocupando el puesto 24 de 38.

Además, ese mismo año, la Facultad Invisible (asociación que aglutina a los Premios Nacionales de Fin de Carrera de los últimos años) daba a conocer que un 27% de sus miembros se habían tenido que marchar al extranjero a continuar su formación o desarrollar sus carreras. Dos años después, ¿qué es lo que impulsa la fuga de talento?

Los datos de la encuesta de la Universidad Pontificia revelan que un 75% de los futuros universitarios opina que las oportunidades laborales en el extranjero son mejores, mientras que otros señalan al salario como el principal atractivo o el grado de conciliación laboral (20%).

No obstante, hay algunas discrepancias en las respuestas en función del género. Así, mientras que para la mayoría de las estudiantes la principal razón para desarrollar su carrera profesional fuera de España son las oportunidades que fuera del país se ofrecen, un 27% (frente al 46% de los estudiantes masculinos) considera que el salario que se percibirá será mejor.

Por otro lado, respecto a los deseos de estudiar fuera de la región de origen, más de la mitad de los encuestados dicen que sí (59%), siendo el porcentaje ligeramente superior entre las chicas (62%) que entre los chicos (56%).

Según la Universidad Pontificia Comillas “no hay relación entre quienes quieren trabajar en el extranjero y los que quieren estudiar fuera de España”. De este modo, los datos destacan que un 25% quiere estudiar fuera de España y se ve ejerciendo su profesión en el extranjero, y un 8% desearía estudiar fuera, pero se ve trabajando en España. Asimismo, un 35% desearía estudiar y trabajar en España y un 31% prefiere estudiar en España aunque se ve trabajando fuera.

“Los resultados demuestran, por un lado, la percepción de la importancia que los estudiantes conceden a la internacionalización en el ámbito académico universitario con vistas a su desarrollo profesional”, asegura Antonio Obregón, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad Pontificia Comillas. Pero, por otro, también el hecho de que “mayoritariamente se decantan por cursar sus estudios, al menos en parte, en España”, añade.

De este modo, la formación se posiciona como un elemento que permite retener al talento dentro de nuestras fronteras, al menos por un tiempo, siempre y cuando la oferta académica responda a los intereses de los jóvenes: la internacionalización de la orientación de los títulos que se imparten, mediante “la formación en competencias que preparen para la vida laboral en un contexto globalizado, con una formación excelente en idiomas y, por supuesto, también con estancias parciales en universidades extranjeras de prestigio a través de los programas de intercambio, acuerdos de doble titulación o prácticas internacionales”, según Obregón.

“Con una formación completa que atiende a todos estos aspectos, se consigue que los estudiantes amplíen sus perspectivas profesionales de acuerdo con sus objetivos, pues les permite aprovechar las oportunidades laborales que existen en España y, además, están en condiciones ideales para poder acceder al desarrollo profesional en el extranjero”, concluye el vicerrector.

Pero, ¿cómo valoran los estudiantes la universidad española? Según la encuesta de la Universidad Pontificia Comillas, los aspectos mejor valorados son la innovación en las titulaciones (7,6), la innovación respecto a la metodología de enseñanza (7,4) y el acceso a las prácticas y el empleo (7,4). Frente a ellos, la inversión en investigación y la disponibilidad de tecnología puntera en el aula, son los dos elementos con la calificación más baja (7 en ambos casos).

En este aspecto relacionado con la tecnología, el 89% de los encuestados considera que las carreras tecnológicas tienen más futuro. De ellos, los chicos son los que mayoritariamente creen esto (91% frente al 85% de las chicas). Aun así, la encuesta revela que cuatro de cada cinco encuestados (79%) opinan que las carreras de humanidades siguen siendo importantes en la actualidad. Por sexos, esta opinión prevalece entre las chicas (81%) más que entre los chicos (77%).

En este sentido, mientras un alto porcentaje de chicas quiere estudiar carreras relacionadas con roles tradicionalmente femeninos de cuidados y enseñanza (Enfermería, Psicología, Magisterio…), un alto porcentaje de chicos desean estudiar carreras tradicionalmente masculinas (ingenierías, INEF...). De hecho, el porcentaje de chicos que quiere estudiar ingenierías (24,4%) es más del doble que el de chicas (10,3%). Por lo tanto, parece que los estereotipos de género respecto a los estudios siguen también en vigor.