Un 12% de los jóvenes menores de 25 años son Ni-Ni

25/04/2019 · Solo uno de cada diez jóvenes sin experiencia consiguió encontrar empleo durante el 2018. La mayoría lo hizo a través de un contrato temporal y en el sector de la hostelería. El nivel formativo resulta crucial a la hora de encontrar empleo. El abandono escolar temprano, situado en el 17,9%, reduce la empleabilidad de los jóvenes y provoca que muchos de ellos terminen formando parte del colectivo Ni-Ni, que a día de hoy se sitúa en España en el 12,2%.

Si bien la cifra de jóvenes Ni-Ni españoles puede resultar elevada, lo cierto es que el volumen de este colectivo lleva contrayéndose desde el año 2012, cuando alcanzó un máximo del 18,7%. Así lo ha revelado la patronal de empresas de trabajo temporal y agencia de empleo, Asempleo, que no obstante destaca una desaceleración respecto al ritmo al que venía reduciéndose dicha cifra, al igual que sucede en el caso de la tasa de abandono educativo temprano. Esta ralentización del ritmo se debe, en parte, a la caída en la probabilidad de encontrar un primer empleo, una oportunidad que también ha ido descendiendo siendo la temporalidad la principal puerta de entrada al mercado laboral de este colectivo.

En esta línea, Asempleo destaca que aunque el número de parados -que tienen un peso mayoritario dentro de los Ni-Ni- se han reducido, gracias a la disminución del desempleo juvenil, no ha ocurrido lo mismo con los inactivos, que han crecido levemente. De este modo, según la patronal, “los datos muestran una gran estacionalidad en el comportamiento de los jóvenes inactivos que no estudian”. En concreto, se aprecia un gran pico durante el tercer trimestre de 2018, que coincide con el periodo estival y con el fin del año académico. De hecho, durante ese mismo periodo se registró el mayor pico de la serie, con 336.502 inactivos que no estudian.

“Aunque su incremento reciente puede ser puntual y no responder a un comportamiento cíclico, lo cierto es que coincide con un momento en el que se produce un deterioro de la probabilidad de encontrar el primer empleo que puede manifestar cierto desánimo de dicho colectivo”, explican los expertos. “La interrupción de este comportamiento pasa, necesariamente, por articular medidas de política de empleo encaminadas a mejorar el grado de empleabilidad de los jóvenes en sectores económicos que primen su nivel de formación y en los que aporten más valor, pudiéndose recompensar en el futuro con una mayor remuneración salarial”, añaden.

Sólo 1 de cada 10 jóvenes sin experiencia previa encontró trabajo en 2018

Los jóvenes siguen siendo un colectivo vulnerable y las estadísticas ponen de manifiesto que para los jóvenes no es nada fácil encontrar un empleo, especialmente si lo que están buscando es el primero de su vida profesional. Prueba de ello es que durante el segundo trimestre de 2018, la probabilidad de encontrar un primer empleo para los menores de 25 años fue del 10,1%, una cifra que supone una caída respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se situó en el 12,1%, y que pone fin a una racha de cinco años consecutivos de incrementos.

Por otro lado, según Asempleo el comercio y la hostelería monopolizan las contrataciones de jóvenes sin experiencia laboral, acumulando el 46,4% del total de las contrataciones de 2018. De esta forma, los datos ponen de relieve que el primer empleo para uno de cada dos jóvenes españoles es en estos sectores económicos. Además, de entre los jóvenes que encuentran su primer empleo, el 90% de ellos lo hizo a través de un contrato temporal. Esta modalidad de contrato, por tanto, resulta clave a la hora de facilitar la inserción laboral de los jóvenes sin experiencia previa.

La tasa de abandono escolar fue del 17,9% en 2018

Un elemento crucial relacionado con la empleabilidad de los jóvenes es su nivel formativo, estando la probabilidad de encontrar empleo positivamente correlacionada con el nivel de estudios. “El abandono temprano de la escolaridad dificulta de manera notable el futuro laboral de los jóvenes, dado que los empleos de poca cualificación están sujetos a mayor competencia y fuertemente ligados al ciclo económico”, explican fuentes de Asempleo.

De hecho, la tasa de abandono se situó en el 17,9% en 2018, 14 puntos inferior a la registrada en 2008. Sin embargo, el ritmo de disminución del abandono escolar se ha ralentizado en los últimos años, lo que parece indicar que el nivel actual está próximo al estructural y/o que los jóvenes españoles no consideran que sus estudios puedan mejorar su empleabilidad.

Por otro lado, el abandono escolar temprano es una de las causas que explican la existencia del colectivo Ni-Ni, formado por los 322.000 parados y los 180.400 inactivos que no estudian, lo que representa el 12,2% de los menores de 25 años en el cuarto trimestre de 2018.

“Al igual que ocurre con la tasa de abandono educativo temprano, su ritmo de reducción se ha visto frenado, en parte debido a la caída en la probabilidad de encontrar un primer empleo. Aunque los parados, que tienen un peso mayoritario dentro de los Ni-Ni, se han reducido, gracias a la disminución del desempleo juvenil, no ha ocurrido lo mismo con los inactivos, que han crecido levemente”, explica la patronal.

A nivel autonómico, se aprecia que el abandono escolar y los jóvenes Ni-Ni van de la mano, tanto en niveles elevados (Extremadura) como en niveles bajos (País Vasco y Cantabria). Baleares es la excepción a esta regla: es la CC.AA. que mayor tasa de abandono escolar presenta, con una proporción de Ni-Ni baja.

Por otro lado, existe una brecha Norte-Sur en términos de abandono escolar temprano e incidencia de los Ni-Ni que todavía no se ha superado. “Todas las comunidades de la mitad norte peninsular cuentan con indicadores por debajo de la media nacional, mientras que aquellas que se sitúan al sur presentan indicadores por encima de la media”, concluye Asempleo.

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