Los retos del teletrabajo

Es evidente que poder trabajar desde casa nos facilita la conciliación de nuestra vida personal con la profesional, favorce la flexibilidad, y supone un ahorro de tiempo, al evitar los desplazamientos al trabajo, pero también presenta diversos desafíos en detrimento del trabajador, como un mayor volumen de horas de trabajo, un mayor coste personal al asumir como propias la factura de luz, internet y el uso de algunos dispositivos personales para trabajar, o bien un mayor estrés y dificultad para desconectar.

Ahora bien, desde Mi Empresa Es Saludable también alertan de los riesgos de pensar en el teletrabajo como una modalidad generalizada y homogénea que funciona para todo tipo de empleados y empleadas.

Tal y como detalla Jorge Cagigas en este post, pensar que se puede obligar a teletrabajar a los empleados de las empresas por decreto, sin ningún tipo de diferenciación. Eso significaría vivir a espaldas del mundo de la empresa y de la economía, no entender las dinámicas de la prestación del trabajo y de los servicios, y, a la vez, entrar en cuestiones delicadas relacionadas con la libertad de cada trabajador.

El teletrabajo es asimétrico

La efectividad del trabajo en remoto depende de los sectores, actividades, puestos de trabajo, momento del negocio, situación económica de la empresa, y la situación personal y familiar de cada trabajador/a. Todos estos factores pueden influir e impactar en la posibilidad de teletrabajar, y es por ello que las organizaciones deberían tener en cuenta todos estos criterios a la hora de asignar qué porcentaje de nuestra jornada laboral dedicamos a realizarla desde casa.

De hecho, tal y como apunta Cagigas, hay empresas tecnológicas donde su fuerza de trabajo se encuentra deslocalizada, que incluso ha tomado la decisión de 'desteletrabajar'. Este sería el caso de Yahoo y su CEO Marissa Mayer, que ya en 2013 planteó el dilema de si avanzar o no hacia el teletrabajo o el 'desteletrabajo':

“La rapidez y la calidad se sacrifican en ocasiones cuando trabajamos desde casa. Tenemos que ser una sola Yahoo! y esto empieza estando físicamente juntos. Para convertirnos en el mejor lugar para trabajar, la comunicación y la colaboración serán importantes, así que necesitamos trabajar codo con codo. Por eso es crítico que estemos presentes”, afirmaba Mayer.

El calor de los compañeros/as

Es evidente que, con el teletrabajo, la comunicación puede verse afectada por la distancia. Hay cuestiones que es mejor tratar en persona, y, a poder ser, en el centro corporativo de trabajo, que nos permitirá hacer uso de las herramientas corporativas.

Y no solo eso, ¿qué hay del ambiente de trabajo? Si hay algo que convierte a una compañía en un excelente lugar para trabajar es el ambiente de trabajo: la cercanía y calor con nuestros compañeros y compañeras, con quiénes, hasta hace pocos meses, compartíamos nuestra vida a diario, incluso pasábamos más tiempo con ellos que con nuestras familias entre semana.

Una realidad que cambió de un día para el otro, y a la que de momento, no hemos podido suplir solo con videollamadas o cafés virtuales. El orgullo de pertenencia crece cuando los equipos se sienten unidos, y la tecnología, por muy avanzada que sea, aún está lejos de transmitirnos las sensaciones de unión, compañerismo y empatía que experimentamos cara a cara con nuestros colegas.