18/05/2021 · Ante esta situación, desarrollar iniciativas que respondan a las necesidades particulares de cada empleado será fundamental para impedir que su calidad de vida y salud holística se vean comprometidas.
El nuevo contexto laboral, basado en los entornos de trabajo híbridos y en un mayor uso de las nuevas tecnologías, ha traído consigo una mayor versatilidad, inmediatez y flexibilidad tanto para las empresas como para los empleados. Sin embargo, estos nuevos modelos de trabajo están favoreciendo que los trabajadores se vean incitados a atender asuntos profesionales en cualquier momento y lugar, propiciando la implantación de la cultura ‘always on’, es decir, la incapacidad para desconectar del trabajo de manera efectiva.
Muestra de ello es que, tal y como se extrae de la última edición del estudio de Cigna 'COVID-19 Global Impact’1, el porcentaje de empleados que afirma vivir inmerso en una cultura ‘always on’ en su trabajo se sitúa en el 73%, un 10% más si lo comparamos con los resultados obtenidos en enero de 2020 (63%). Y es que el hecho de que muchas personas sigan teniendo la oficina en casa ha provocado que sea más complicado desconectar una vez terminada la jornada laboral, y es especialmente palpable cuando un 42% indica mantenerse conectado los fines de semana, un 39% afirma sentarse a trabajar incluso antes del inicio de su día laboral, y un 19% es incapaz de desconectar ni siquiera durante las vacaciones.
Esta conexión constante al trabajo influye directamente en la dificultad a la hora de conciliar la vida laboral y personal, lo que puede derivar en un incremento de los niveles de estrés, con los consiguientes trastornos y problemas que provoca sobre la salud holística de los trabajadores: físicos (fatiga, cefaleas, problemas gastrointestinales, insomnio...), conductuales (impulsividad, agresividad, nerviosismo...) y emocionales (baja autoestima, falta de atención, frustración, tristeza o, incluso, depresión y ansiedad). Unas consecuencias que, dentro del entorno laboral, podrían traducirse en una disminución de la productividad y motivación de los integrantes de la empresa.
“Conscientes de este contexto, es tarea clave de las empresas poner en marcha medidas de apoyo desde un enfoque integral de la salud, que tengan en cuenta todos los ámbitos de la vida que repercuten directamente en el bienestar de los empleados (las relaciones familiares, la salud financiera y la vida laboral, principalmente) con foco en las medidas que fomenten la adecuada desconexión digital. De este modo, será posible fomentar su salud holística (Whole Health)”, destaca Ana Romeo, directora de Recursos Humanos de Cigna España y embajadora Humans 4 Health by Cigna, primera comunidad digital de profesionales de RRHH en la que es posible analizar, debatir y abordar los retos de las empresas en salud laboral.
Con el objetivo de ayudar a los empleados a mejorar sus hábitos y prevenir cualquier riesgo en este sentido, la aseguradora de salud Cigna, propone cuatro factores a tener en cuenta para establecer una sólida filosofía de desconexión laboral adaptada a cada una de las esferas que influyen en la vida de los trabajadores: