El Coworking como potenciador de talento

Ángela Porcel,
Cowork manager, formadora y coach
Felisa Cowork

26/02/2016 · Ángela Porcel es co-fundadora y manager de Felisa Cowork, un espacio de coworking en Barcelona que ofrece un espacio de desarrollo individual, de mentoring y coach para todo tipo de emprendedores. Formadora y Coach, Ángela es una profesional con una amplia trayectoria en el ámbito de la gestión del talento, coordinación de proyectos y el asesoramiento profesional. Es licenciada en Pedagogía por la Universidad de Granada y Máster en Coaching por el Instituto Europeo de Coaching y en Direccción de Recursos Humanos por EADA. Con un amplio expertise en este ámbito, Angela reflexiona sobre las causas de la emergencia del coworking en nuestro país y nos da su visión sobre el por qué de su éxito.

Emprender es una opción cada vez más común y viable entre los profesionales españoles. En los últimos años es creciente el número de profesionales que se plantean el emprendimiento como una opción laboral interesante y estimulante. Según los datos del último informe del Global Entrepreneurship Monitor (en adelante, GEM), en España la evolución del porcentaje de emprendedores potenciales creció notablemente y sigue estabilizado -aunque por debajo de los niveles Europeos)-a partir del 2009. Desde el comienzo de la crisis los niveles de actividad emprendedora han oscilado entre el 5,2% y 5,8%.

Aunque la idea general es que el emprendimiento parte de una necesidad derivada del estado del mercado laboral. En los datos del informe GEM, también podemos observar que el indicador del porcentaje de emprendimiento por oportunidad es más del doble (66’1%) que el porcentaje de emprendimiento por necesidad (29’8%). Mi experiencia como emprendedora y coach profesional me ha dado la oportunidad de conocer a un creciente número de personas que dejan voluntariamente posiciones estables en empresas para dedicarse a aquello que más les interesa y motiva.

El Coworking para emprendedores freelance

Según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social (MEySS) , las cifras registradas en la seguridad social indican que más de la mitad de empresas inscritas en España corresponden a autónomos sin trabajadores asalariados a su cargo. Este tipo de autónomo cuenta con varias barreras al emprender, en su mayoría económicas, para hacer frente a los gastos iniciales de su iniciativa. El crecimiento de emprendedores freelance y la necesidad de reducir costes estructurales, es en gran parte, lo que ha dado cabida a la alta proliferación de los espacios de trabajo compartido, más conocidos como coworkings.

Actualmente, según los datos extraídos de Coworking Spain en 2015, España es el tercer país del mundo en número de coworkings. A día de hoy, están contabilizados un mínimo de 726 espacios en el territorio español. Estos espacios no sólo aportan a los profesionales las comodidades esenciales para desarrollar su actividad, sino que además les permite relacionarse con otros emprendedores en una situación similar y apoyarse mutuamente en el camino del emprendimiento.

España es el tercer país del mundo en número de coworkings

Pero la reducción de costes estructurales no es el único factor que ha contribuido al crecimiento de este tipo de espacios. Las últimas tendencias del mercado hacia la digitalización, donde es posible comunicarse con clientes a través de Skype o realizar transacciones desde internet con mucha facilidad, posibilitan y facilitan la realización de tareas desde casi cualquier lugar.

Es esa misma flexibilidad la que contribuye a que estos espacios sean dinámicos y pensados para personas con necesidades diferentes y encajen con lo que los emprendedores necesitan en el desarrollo de su actividad. Además, el hecho de compartir un espacio de trabajo facilita la creación de un caldo de cultivo para la construcción de proyectos compartidos interdisciplinares en los que cada uno de ellos aporta su conocimiento y experiencia.

los profesionales que optan por el coworking buscan un espacio de trabajo que contribuya a su desarrollo, los inspire y fomente las colaboraciones

La economía colaborativa

Todos estos factores también se han visto acelerados gracias a la irrupción con fuerza de los movimientos de la economía colaborativa en los últimos 5 años. El foco de estas iniciativas de economía está, tal y como nos indica el profesor de ESADE Gerard Costa en su artículo “Somos lo que compartimos”, en crear un entorno de desarrollo intelectual, un caldo de cultivo de la cultura de la participación opuesta a la cultura del consumismo; más información, más interrelación, difusión total.

Coincido completamente con esta idea. En mi experiencia como directora de Felisa CoWork percibo que la mayoría de los profesionales que llegan al coworking no lo hacen simplemente porque persiguen abaratar sus costes, sino porque buscan un espacio de trabajo que contribuya a su desarrollo, los inspire y además fomente el establecer colaboraciones, iniciar nuevos proyectos e incluso compartir clientes.

Espacios, en definitiva, que les aportan valor. Por ejemplo, en el caso de Felisa CoWork, hay varios coworkers que anteriormente trabajaban en su propia oficina pero la cotidianidad del día a día y el trabajar solos no les aportaba lo suficiente para desarrollar su actividad como ellos querían.

el hecho de compartir un espacio de trabajo facilita la creación de un caldo de cultivo para la construcción de proyectos compartidos interdisciplinares

Está comprobado que el espacio de trabajo compartido es cada vez más una opción viable y favorable para el emprendedor, no solo porque reduce costes, sino porque termina siendo una réplica de la oficina, pero con algunas características diferentes. Este nuevo espacio le aporta un entorno orientado a facilitar su trabajo con unos horarios establecidos -en Felisa Cowork los marca el propio coworker-, interacciones sociales, recursos, espacios, rutinas, conocimiento e incluso cultura propia.

Desde esta óptica, si el mercado actual ha abierto la posibilidad de subcontratar y externalizar muchos servicios que antes partían desde dentro de la empresa, en esta competición el emprendedor quiere estar en igualdad de condiciones y estar bien preparado para asumir estos nuevos proyectos y así destacar sobre su competencia. Este nuevo emprendedor no tiene una empresa a sus espaldas invirtiendo en formaciones o un manager para darle feedback sobre su trabajo, por lo que es él mismo el que se preocupa de tener un ambiente, recursos y colegas adecuados para potenciar su actividad el máximo posible, siendo esta una razón más para elegir un coworking que aporte valor en ese sentido.

La tendencia al coworking se ha visto acelerada gracias a la irrupción con fuerza de los movimientos de la economía colaborativa de los últimos 5 años

A modo de conclusión quiero destacar las palabras de Bradley Neuberg, una de las primeras personas en trazar la filosofía que siguen actualmente los coworkings a nivel mundial: "Me pregunté: ¿Por qué no puedo combinar los mejores aspectos de trabajar para mí mismo -libertad e independencia- con los mejores aspectos de trabajar para una empresa -estructura y la comunidad-?"

El coworking nació a partir de esto. Además, yo le añadiría a esta combinación entre estructura y comunidad la del desarrollo personal y profesional para que el emprendedor consiga llevar su potencial al máximo, manteniendo la libertad e independencia que tiene el trabajar para uno mismo.

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