06/02/2017 · Deloitte ha llevado a cabo una encuesta a Millennials y sus resultados desvelan que esta generación está preocupada por las amenazas globales. En España, solo un tercio de los encuestados cree que la colaboración entre el Gobierno y las empresas es efectiva y, a nivel general, los Millennials creen que la siguiente generación, la Z, tendrá un impacto positivo en el mercado laboral.
El año 2016, marcado por los ataques terroristas en Europa, el Brexit y los controvertidos resultados de las elecciones en Estados Unidos parecen haber minado en gran parte la confianza de los millennials, según la sexta edición de la Encuesta Millennials elaborada por Deloitte. En él se recogen las opiniones de 8.000 jóvenes nacidos después de 1982 de 30 países de todo el mundo. Todos los participantes están en posesión de un título universitario y trabajan a tiempo completo.
En el informe, los millennials dicen estar más preocupados por la inseguridad y la incertidumbre provocada por los conflictos armados, de forma que se muestran menos propensos a abandonar la seguridad que les da su empleo. Asimismo, no son nada optimistas sobre la dirección a la que se encaminan sus países.
Esta intranquilidad de los millennials es, en parte, responsable de que cada vez más profesionales jóvenes quieran permanecer en el mismo puesto de trabajo. El año pasado, el porcentaje de millennials que consideraban abandonar su puesto de trabajo en un plazo de dos años era del 44%, mientras que en esta edición se ha reducido al 38%.
"La incertidumbre en el escenario político, social y económico parece impulsar una necesidad generalizada de estabilidad en los millennials. El pesimismo en el contexto de cada país, el miedo al terrorismo y la delincuencia son algunos de los factores que más contribuyen a esta búsqueda de entornos seguros", explica Idoia de Paz, directora de Human Capital de Deloitte.
El afán por la seguridad también se palpa en la preferencia de estos jóvenes por el trabajo a tiempo completo (65%), siendo las razones más citadas para ello la estabilidad salarial y laboral.
Si bien los millennials en mercados emergentes esperan, por lo general, estar mejor que sus padres económicamente (71%) y personalmente (62%), solo el 36% de los millennials en mercados maduros cree que serán más felices. La única excepción en este sentido, dentro de los países desarrollados, proviene de Estados Unidos, donde más de la mitad de los encuestados esperan tener mejores condiciones que sus progenitores. En este sentido, solo en 11 de los 30 países que cubre el estudio hay una mayoría de millennials que asegura que será más feliz de lo que fueron sus padres.
De las 18 áreas evaluadas concernientes a preocupaciones personales, destacan los conflictos armados, el terrorismo y la tensión política en los países, de forma especial en los mercados maduros (56% contra 42%). De hecho, del conjunto de estos países solo destaca España, donde el terrorismo es desplazado por el Desempleo en el ranking de preocupaciones de los millennials (globalmente el desempleo ocupa el tercer puesto).
Más de la mitad de los millennials encuestados ve en su trabajo una oportunidad para participar en iniciativas solidarias a nivel local, lo que da a esta generación una mayor sensación de influencia en su entorno. Esto tiene, por otro lado, un efecto secundario de fidelidad hacia las empresas, de tal modo que se observa una tendencia entre los millennials a permanecer más tiempo en una empresa que se implica con causas sociales, como la educación o el paro.
Además, la postura de los millennials hacia las empresas continúa mejorando. Por tercer año consecutivo, un mayor número de encuestados cree que las empresas se comportan de manera ética y que sus jefes están comprometidos con mejorar la sociedad. Desciende el número de los que cree que las empresas solo se rigen por el mero interés económico. Sin embargo, hay espacio para mejorar: si bien seis de cada diez millennials consideran que las multinacionales han logrado un impacto positivo en los retos a los que se enfrenta esta generación, también creen que las empresas pueden hacer más por la sociedad.
En España por ejemplo -así como en Italia, México, Chile, Rusia, Japón y Corea del Sur- solo un tercio estima que la cooperación entre el Gobierno y las empresas está resultando efectiva. Esto contrasta con las respuestas de los millennials en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y Australia, donde creen que ambos trabajan juntos de manera eficiente.
"En cuanto a las organizaciones, se refuerzan las conclusiones de la encuesta en años anteriores de la preferencia de los Millennials por desempeñar su trabajo en empresas con las que comparten valores, misión y propósito. Además, aprecian la estabilidad que ofrece una organización, aunque demandan de ella flexibilidad, tanto de horarios como mentalidad para conseguir desarrollar otras facetas creativas.
Respecto a sus líderes, apuestan por aquellos que demuestran franqueza y pasión, además de comunicarse mediante un lenguaje sencillo y directo", apunta de Paz.
En líneas generales, el 84% de los millennials declaran gozar de cierto grado de flexibilidad laboral, y el 39% dice que su organización ofrece entornos de trabajo muy flexibles. Consideran que los acuerdos en materia de flexibilidad contribuyen a mejorar la productividad y fidelizan a los empleados, además de aumentar su bienestar personal y su salud. Además, consideran que estas prácticas tienen un impacto positivo en los resultados financieros de su empresa.
Además, según el informe de Deloitte, la flexibilidad en el entorno de trabajo tiene impacto en dos aspectos fundamentales en cualquier plantilla: la lealtad y la responsabilidad. Así, en las organizaciones que gozan de menor flexibilidad el número de millennials que se ven abandonando la empresa en 2 años asciende al 45%, porcentaje que se reduce hasta el 35% en aquellas que tienen implementadas políticas más permisivas. En el caso de la responsabilidad la diferencia también es clara: as organizaciones con mayor flexibilidad el 34% de los millennials se sienten responsables de la reputación de su empresa, mientras que el porcentaje se reduce al 12% en compañías con flexibilidad limitada.
Otro apunte que destaca Idoia de Paz, directora de Human Capital de Deloitte sobre los millennials en el entorno laboral es que "hacen un uso intensivo de la tecnología, por lo que perciben la automatización como una gran oportunidad para dedicar tiempo al aprendizaje de nuevas habilidades o habilidades creativas. La encuesta también desvela las desventajas que consideran en lo relacionado con la necesidad de formación, cambios en las condiciones económicas o riesgos asociados a la pérdida de su puesto de trabajo".
Los millennials tienen una opinión muy positiva de la generación siguiente, la Gen Z (quienes ahora tienen 18 años o menos). Seis de cada diez millennials creen que la nueva generación tendrá un impacto positivo en el mercado laboral a medida que su presencia aumente en el mismo. España no se desvía de esta media: el 58% de los millennials españoles está de acuerdo con esta afirmación. Esta seguridad surge en la confianza que los millennials depositan en sus habilidades para dominar las tecnologías de la información y en la facilidad para pensar de manera creativa por parte de la Gen Z.
La esperanza en la generación siguiente es mayor en los mercados emergentes (con un 70% de millennials que creen en el impacto positivo que tendrá la Gen Z) que en los mercados maduros (52%). Solo en 6 países, todos ellos mercados maduros (Canadá, Bélgica, Suiza, Alemania, Japón y Corea del Sur), los millennials no creen en la repercusión positiva de la generación que les sigue.