Cómo saber cuándo es el mejor momento para buscar empleo

La clave está en el equilibrio. Encontrar la oferta adecuada y aplicar en ella en el momento perfecto no es fácil, especialmente porque depende mucho del modelo de reclutamiento que siga la empresa en particular. Por ello, el primer paso para saber si nuestras posibilidades de ser aceptados en el proceso de selección es conocer a la empresa en profundidad.

Están aquellas que se enfocan en la urgencia, es decir, en su elevada necesidad de cubrir un puesto, bien porque se ha producido una baja laboral inesperada o debido a que la persona que ocupaba esa posición en la empresa ha sido despedida, voluntariamente o no. En estos casos los departamentos de recursos humanos cuentan con un mínimo de 15 días para tratar de solventar la situación, antes que el resto de personal -que se ha hecho cargo de la actividad del puesto vacante- se resienta.

Sin embargo, cada vez más, las organizaciones establecen planes de selección y contratación concretos, a fin de disponer del tiempo y los recursos necesarios que necesitan para atraer el mejor talento y, sobre todo, el profesional más adecuado para ese empleo. Y aquí es donde interviene el segundo paso: la anticipación.

Hay que estar informados, a través de redes sociales, web corporativas y contactos, sobre aquellas empresas que más nos interesan y que pertenecen al sector productivo deseado. El exceso de anticipación es tan inefectivo como el exceso de confianza. Aplicar de forma tardía limita nuestras posibilidades de acceder a ese trabajo, tanto como quien lo hace con demasiado tiempo de antelación, dejando que su currículum quede olvidado en el cajón.

Por otro lado, hay una cuestión vital en todo este asunto y tal y como señalan desde el blog de IMF Business School, no es lo mismo buscar empleo teniendo experiencia, que sin ella. Lo mismo ocurre con el factor ligado a la temporalidad. Hay que definir, por tanto, cuál es nuestro objetivo y en qué cuestiones estaríamos dispuestos a ceder.

En este sentido, los meses de mayo, junio y julio “aumentan las posibilidades de encontrar un tipo de trabajo, que es el trabajo temporal y sobre todo en el sector servicios”. “Para alguien que quiera tener su primera experiencia profesional, o quiera trabajar en ese sector, el verano es una buena oportunidad”, señalan.

Si, por el contrario, lo que se busca es un empleo en otro sector y que, a ser posible, no sea temporal, la mejor época del año para buscar es en el mes de enero, ya que “la mayoría de empresas elaboran sus presupuestos en diciembre del año anterior y detectan también las necesidades de personal, de forma que suelen aparecer bastantes ofertas de empleo entre la segunda quincena de este mes y la primera de Febrero”.

Asimismo, la temporada menos activa en publicación de ofertas es abril y diciembre, ya que suelen coincidir con períodos de vacaciones. “El mes de diciembre en concreto suele ser usado por las empresas para los cierres y para hacer balances más que para publicar ofertas”, al margen del sector servicios.

Lo mismo sucede con agosto, y sólo será hasta la segunda quincena de septiembre cuando el empleo comience a reactivarse.