18/09/2020 · Mantener una comunicación eficaz con tu equipo es fundamental, tanto para la empresa como para los profesionales que forman parte de ella. Una mala comunicación puede provocar caos, confusión y pérdida de tiempo. Por este motivo, es importante poner especial atención al discurso que vamos a dar.
La comunicación es una de las bases para alcanzar las metas laborales a nivel de equipo. Todos y cada uno de los miembros deben estar en sintonía, comprender el proyecto, los objetivos y su función dentro de la empresa. Es por eso que, cuando existe una buena comunicación entre el líder y los miembros de su equipo, la productividad mejora.
Ximo Salas, experto en Employer Branding, recoge en su blog 5 aspectos a considerar para mejorar la comunicación con el equipo.
Si bien puedes comunicarte con la razón, también debes hacerlo mezclando las emociones para evitar caer en un mundo de resultados fríos. Transmitir emociones a través de los mensajes favorece la cercanía hacia el interlocutor y tus palabras llegarán mucho más lejos, gracias a la conexión que este sentirá. Citando al experto, "las cosas que además de entenderlas las sentimos, solemos no olvidarlas".
La sobreinformación a la que estamos sometidos diariamente hacer que el ser concisos y concretos sea un valor añadido. Centra tu discurso en una idea única, directa e impactante, sin andarte por las ramas, para que tu equipo reciba correctamente el mensaje. Piensa que el tiempo es importante para todos.
Toda historia tiene un buen comienzo y un buen final. Para que llegue a tu equipo, resume tu idea en una historia de no más de cinco minutos. Añade un poco de sentido del humor Tu buen estado de ánimo lo transmitirás también al resto del equipo mientras te comuniques. "Nuestro mensaje no es lo que dices, sino cómo lo dicen, el lenguaje no verbal es fundamental en tu comunicación", comenta el experto. Así que no olvides mostrar una buena actitud, tanto en tu comunicación verbal como no verbal, porque todo está sujeto a interpretación de tu interlocutor.
Los miembros de tu equipo deben sentirse conectados a tu discurso y partícipes de él. Un buen ejemplo es fomentar la interacción mediante preguntas. Si sienten complicidad hacia tu discurso, tu historia será también su historia.