11/11/2020 · La pandemia ha acelerado la transformación digital y la innovación en muchas organizaciones. Esto les ha obligado a echar la vista atrás y rectificar sobre errores del pasado para poder construir un futuro sólido basado en el talento y el aprendizaje digital de los colaboradores. El éxito de las organizaciones no solo dependerá de los beneficios económicos, sino de la capacidad de actuación ante los próximos cambios, alineando procesos ágiles con los de los empleados.
Es por eso que los profesionales de RRHH y Formación y Desarrollo tienen un papel indispensable en este cambio, apoyando a los equipos de trabajo con la formación en soft skills y creando un ambiente más humano, alineando la agilidad empresa-empleado.
En su informe "Devolver el factor humano a los RRHH", Speexx reflexiona sobre cómo las empresas pueden desarrollar una visión estratégica y sostenible en el tiempo basando su estrategia en el talento y las habilidades blandas para afrontar la nueva normalidad.
Ahora que el teletrabajo forma parte de nuestras vidas, los profesionales de RRHH deben asumir la responsabilidad de evaluar estas herramientas y soluciones digitales que en su día implantaron para apoyarlo.
Esta democratización del teletrabajo proporcionará una base vital para las plantillas, que necesitarán nuevas aptitudes para sobrevivir a estos tiempos. En pocas palabras, las soft skills más generales son ahora más importantes que nunca para trabajar: desde el liderazgo y la negociación, hasta el lenguaje y la comunicación. El dominio de estas habilidades es la clave del éxito en esta nueva normalidad.
Además, las empresas deben comunicarse y seguir negociando con las partes interesadas, incluyendo a trabajadores, pero también clientes, proveedores y a la comunidad en general.
La comunicación en estos tiempos deberá reflejar la empatía y el reconocimiento de las presiones y emociones a las que estamos todos sometidos actualmente. Pues cuando las personas pasamos por una crisis común, cada uno se ve afectado de manera diferente.
En este sentido, los profesionales de RRHH y L&D tienen un papel muy importante que desempeñar apoyando a los equipos de trabajo y permitiendo que las personas se desarrollen plenamente para hacer frente a las circunstancias cambiantes, tanto en el trabajo como en sus hogares. Por todo ello, las empresas están prefiriendo a profesionales que poseen buenas habilidades sociales, sobre las competencias más técnicas, ya que estas se pueden adquirir con el tiempo. Mientras que las sociales vienen dadas, sin olvidar que pueden y deben ser enseñadas y trabajadas.
La agilidad de las empresas este año ha sufrido su prueba definitiva pues, en muchos casos, la proyección de la visión de este concepto no incluye a los empleados... En 2019, Gallup encuestó a miles de colaboradores y descubrió que sólo el 36% de sus empleados de Reino Unido y Francia defendían que su empresa seguía una mentalidad agile.
Un año más tarde, durante el desarrollo del COVID-19, estas cifras cayeron al 26% en estos dos países. La empresa, tras este estudio, afirmó que: “Las organizaciones que teletrabajan están luchando por mantener vivos los principios de agilidad, un problema que aumenta al igual que la propoción de empleados que deben teletrabajar a partir de ahora. Una encuesta reciente mostró que el 65% de los empleados británicos estaban trabajando desde casa, comparado con el 59% en Francia”.
Cuando se trata de gestionar equipos, los profesionales de RRHH deben centrarse en el desarrollo de las habilidades de sus colaboradores, teniendo en cuenta especialmente las siguientes, de acuerdo a los expertos de Speexx:
En el nuevo mundo laboral en el que vivimos, en el que los equipos trabajan a través de Zoom o Teams, y los directivos toman decisiones por videollamada, las habilidades de comunicación son más importantes que nunca.
Los responsables deben tener en cuenta que los empleados que trabajan desde casa pueden no tener el tiempo y el espacio que necesitan para ser tan efectivos como lo serían en la oficina. Será difícil ir equilibrando las nuevas responsabilidades familiares con el trabajo en un entorno que no es propio para la productividad laboral.
Por ello, la comunicación en estos momentos debe ser muy cuidadosa para animar a sus colaboradores, apoyar la productividad, el desarrollo y subirles la moral.
Las empresas que han respondido a este cambio han sido lo suficientemtente flexibles como para permitir a sus empleados variar sus horas para poder equilibrar sus responsabilidades familiares con las profesionales. Aunque esta autonomía pueda a veces traer mayores niveles de distracción o pérdidas de atención.
Los colaboradores que tienen esta habilidad bien desarrollada lograrán mayores niveles de productividad. Los responsables de las empresas tienen que brindar esa confianza en la autonomía de cada colaborador para aprender a “microgestionar” los equipos. Tanto los empleados como los responsables se beneficiarán del apoyo del departamento de RRHH para desarrollar las habilidades que necesitarán para administrarse a sí mismos, y a otros, de forma innovadora y a distancia.
Promover una cultura de aprendizaje autónomo y continuo es ahora más importante que nunca. En una época de cambios sin precedentes, se debe animar a todos los colaboradores a hacerse cargo de desarrollar nuevas habilidades, especialmente las sociales. Es posible que necesiten aprender un nuevo idioma o mejorar las habilidades que ya tienen, a medida que la empresa busca nuevos socios o servicios en un mercado más global.
Con la aceleración de la transformación digital, muchas soluciones tecnológicas que habían sido postergadas durante un tiempo, han tenido que ser adoptadas urgentemente en cuestión de semanas. Esta capacidad de innovación se ha convertido en la única forma de avanzar y mantener la productividad en los negocios (en la medida de lo posible).
Por ello, los profesionales de RRHH y de L&D deben estar atentos a las nuevas tendencias todo el tiempo, siendo también importante conseguir que otros empleados compartan esta perspectiva y motivación.
La pandemia ha sido una prueba de resistencia tanto para negocios como para colaboradores. Anteriormente, esta resistencia era algo que las empresas entrenaban sobreviviendo a crisis locales, fallos de planificación o pérdidas de datos. En estos momentos, han experimentado la importancia de una buena estrategia económica, lista para casos de crisis sorpresa de este nivel. Este aprendizaje nos ha hecho ver que la tendencia era prestar menos atención a la capacidad de adaptación de la parte más humana de las empresas...
La pandemia ha acelerado la transformación digital y la innovación en muchas organizaciones. La agilidad, la flexibilidad y la voluntad de la organziación al mostrar su lado más humano será vital para el desarrollo de la actividad en el futuro más cercano. Está claro que el éxito de los negocios ya no dependerá enteramente de los beneficios económicos de los accionistas.
Así, tal y como predicen desde Speexx, a largo plazo, el éxito empresarial tendrá un rostro y un lado más humano. Las empresas verdaderamente exitosas apoyarán a su fuerza de trabajo poniendo en el centro a las personas y ayudarán a los colaboradores a desarrollar las habilidades sociales que necesiten para participar y tener éxito en sus diferentes puestos.