Menos jornada laboral, mayor productividad y bienestar

En España se trabaja de media al año 1.686 horas, ante las 1.380 de Dinamarca y la media a la semana es de 36,4h, un poco por encima de la media europea. Los expertos hace años que advierten del abuso del presentismo laboral y que muchas de las horas que se pasan en el puesto de trabajo, o en casa teletrabajando, no son productivas. 

La hiperconexión y el tecnoestrés de las nuevas tecnologias y el confinamiento han vuelto a poner sobre la mesa el debate de la conciliación y el descanso laboral. ¿Es el momento de reducir la jornada laboral? Los expertos son tajantes y afirman que es necesario y coinciden que es el Estado quien debería hacerse cargo del coste de la medida, almenos al principio. 

Los beneficios económicos que apuntan pasan por mejoras en la eficacia de las plantillas y en el paro estructural, pero también por un aumento del consumo. "Está demostrado que, si las personas trabajan menos horas, son más productivas y tienen más horas de ocio, cosa que favorece el consumo", explica Daniel Toscani, profesor colaborador de Estudis de Dret i Ciència Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Por su parte, el también docente colaborador de la UOC, Manel Fernández Jaria señala las ventajas psicosociales en los trabajadores. "En los casos en que se ha aplicado este tipo de cambios siempre ha aparecido un aumento del bienestar percibido y una mejora en la productividad", asegura. El crecimiento de la ocupación, por la contratación de personal para cubrir las horas que dejan de trabajar los otros, y la aparición de proyectos pequeños de emprendeduría son otra de las ventajas que apunta Antonio Fernández García, también experto de los Estudis de Dret y Ciència Política de la UOC.

Para poder conseguir estos beneficios es necesario superar, apuntan los especialistas, la tendencia de estar fisicamente en la oficina. "Cada trabajador está en su puesto de trabajo, pero no está realizando sus funciones. Som horas presenciales e improductivas porque, a partir de un número determinado de horas, la atención no es la misma", advierte Toscani, añade los efectos psicológicos de un espacio de trabajo "vacío". "Afecta directamente a la motivación, la capacidad de trabajo y la autoestima y puede contribuir a crear el síndrome del agotamiento profesional", añade Fernández Jarla. Trabajar por objetivos parece una solución, cuando no son trabajos relacionados con los servicios o la atención al público que obligan a una presencia física, pero no siempre lo es. En cierto sentido, sí que es positivo, según el experto en psicologia del trabajador, porque "marcar metas concretas a los equipos los ayuda a tener claras las prioridades y ser más eficientes en la autogestión de sus obligaciones". No obstante, hay empresas que tienen objetivos solo orientados a los beneficios: "La gente no querrá trabajar mucho tiempo y los que se queden no estarán aportando todo su potencial". En la misma linea se pronuncia Fernández García, que denuncia que hay empleados "con una parte del salario vinculada a los objetivos para el cumplimiento de las cuales se ven obligados a sobrepasar la jornada ordinaria".

Teletrabajo

Las costumbres están detrás, afirman los expertos, del mantenimiento de las jornadas de trabajo actual, pero la pandemia, destacan, ha podido ayudar a un cambio de mentalidad. "En el Reino Unido, en invierno, los comercios cierran a las 16h, un horario impensable para los españoles. Sin embargo, es una cosa que ya hemos experimentado con la pandemia y que haría falta plantearse, si no es una tendencia que ha venido para quedarse", reflexiona Tosani, que rechaza que el teletrabajo pueda "redundar" en un alargamiento de la jornada laboral, apelando al derecho a la desconexión digital. "Con más razón, cuando se está teletrabajando", establece. Y recuerda que "aunque la empresa diga que es urgente, el personal no tiene la obligación de contestar hasta la jornada siguiente". 

El profesor Fernández García asegura que la tecnologia "siempre ha permitido alargar la jornada y aumentar la producción porque permite que determinados empleados puedan trabajar fuera del espacio de trabajo y ser localizados para hacerles consultas o para encargarles más faena". El problema ha estado, razona Fernández Jarla, el desconocimiento. "El teletrabajo ha sido un cambio radical para el cual muchas empresas y peronas no estaban preparadas y una de las consecuencias ha sido el aumento de horas de trabajo", defiende. Además, recomiendo la organización de un tiempo "fijo" de localización del trabajador, mientras que el resto del tiempo sea "flexible". En todo caso, cree que la pandemia es una oportunidad "para explorar nuevas formas organizativas" y alerta que, delante de una vida laboral que se prevée más prolongada, "hará falta pensar en convertir los trabajos y las empresas en espacios más saludables".

¿Reducción de horas o dias?

En caso de plantarse la reducción de la jornada laboral, los exoertos ofrecen soluciones para adoptar la medida. Desde el ámbito económico, Toscani cree que el Estado, como en Francia, tendría que asumir su gasto cambiando la destinación de actuales subvenciones a la contratación, que, dice, "se han mostrado ineficaces para crear ocupación" y apuesta por una jornada de 32 horas, delante de otros estudios que demandan la de 35h, para poder acabar con el "paro estrucutural". "Ni en las mayores épocas de bonanza económica no hemos podido bajar las cifras", rememora. Respecto a como implantar la medida, cree que haría falta dar "libertad y flexibilidad" para el cómputo total de las horas anuales de trabajo. 

Fernández Jaria da apoyo a la negociación entre la plantilla y la dirección de la organización, pero considera "más atractivas" la ampliación del fin de semana a tres días. Pone numerosos ejemplos de empresas que han adoptado diferentes reducciones de jornada, como Software Delsol o Mercadona, a España, así como Perpetual Guardian, en Nueva Zelanda, o Microsoft, en Japón. "Es un debate abierto, como el que en su momento se abrió para implantar la jornada laboral de 40h, los fines de semana sin trabajar o las vacaciones anuales", argumenta. Fernández García considera que no existe en España, de momento, voluntad de llegar a un acuerdo para implantar esta reducción de la jornada laboral, pero lo que sí que se pondrá en marcha es un proyecto piloto, a través de una iniciativa de Más Madrid, para, según su líder, Íñigo Errejón, "mejorar la salud, cuidar el medio ambiente y aumentar la productividad".