20/06/2016 · Las empresas invierten una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo para construir los mejores equipos, ya que si éstos no pueden superar los contratiempos y dificultades, pueden ser desperdiciados esos recursos. "Es un tema que los managers deben considerar siempre a medida que construyen sus equipos", señala Richard Citrin, CEO de la consultora de desarrollo Citrin Consulting y autor de libro "Las ventajas de la resiliencia: deja de lidiar con el estrés y encuentre su resiliencia."
En un entorno empresarial altamente competitivo y en constante cambio, los equipos resilientes consiguen transformar las dificultades en oportunidades, reportando un gran valor para sus organizaciones.
En este sentido, los managers deben preparar a sus equipos para que sean capaces de afrontar los reveses y desafíos con las mejores condiciones. En palabras de Citrin, "muchas de las estrategias que trabajan en el fortalecimiento de la resiliencia personal también sirven para trabajar la de los equipos". El experto en desarrollo y liderazgo presenta en Fast Company 7 consejos a tener en cuenta:
Es difícil construir equipos resistentes si sus miembros tienen miedo a expresarse o cometer errores, apunta Len Glick, profesor de gestión y desarrollo organizacional de la Universidad Northeastern. Su formación en seguridad psicológica permitirá a los integrantes de un equipo cometer errores o expresar su desacuerdo, sin repercusiones negativas.
Así, cuando los miembros del equipo se sienten seguros son más propensos a tomar riesgos calculados y ser honestos en sus opiniones, incluso cuando son impopulares, cosa que evita que los pequeños problemas se enquisten y se transformen en grandes problemas.
"Plantean puntos de vista alternativos, hablan de sentimientos, expresan sus emociones, y tienen menos posicionamientos inamovibles'', señala Glick. "Todas estas acciones ayudan al equipo a hacer frente a los cambios y contratiempos", añade.
Tener metas claras y alcanzables es otro sello distintivo de los equipos resilientes, porque todos conocen sus funciones y objetivos. Aunque tengan una visión panorámica, todos los integrantes del equipo conocen a la perfección cuál es su cometido, y cómo coordinarse con sus compañeros. Una buena estrategia para no olvidar sus tareas es que cada integrante escriba los objetivos del equipo en una tarjeta para comparar luego las respuestas y confirmar que todo el equipo rema hacia la misma dirección".
En general, los miembros de estos equipos crean vínculos interpersonales sólidos a lo largo del tiempo, cosa que les hace más productivos en el trabajo también, y por tanto, menos propensos a la rotación. Y una baja rotación, en consecuencia, los lleva a ser más resilientes también. Además, "si los empleados ven que los jefes de equipo están comprometidos con sus miembros, aumenta la lealtad y motivación para contribuir colectivamente al interés del equipo", concluye Glin.
El equipo se proyecta en su líder para comportarse y actuar. Por eso el responsable debe mantenerse con la cabeza fría y tratar a todos por igual, ya que los miembros del equipo tenderán a adoptar sus mismos comportamientos.
"Cuando los equipos resilientes se encuentran ante una situación estresante de trabajo, personal o un error grave, lo afrontan directamente", dice Citrin. Lo peor que se puede hacer es pretender que no existe. "Los gerentes tienen miedo a hablar de carga de trabajo o las limitaciones de tiempo, ya que consideran que si se quejan será peor, y eso es un error ya que no hará más que empeorar la situación con el tiempo.
Al igual que las personas resilientes son capaces de buscar las lecciones o los aspectos positivos para salir de una situación, los equipos resilientes saben replantear las situaciones negativas para ver lo que se puede cambiar y así obtener mejores resultados. Es muy bueno que hayas aprendido algo, pero ¿qué vas a hacer al respecto? Estaa es la clave para la reformulación eficaz de problemas o lecciones en un ambiente de equipo.
Con un entorno tan volátil, incierto, complejo y ambiguo en muchas empresas, los equipos tienen que aprender a ser ágiles como parte de su kit de resiliencia. Desarrollan su capacidad de pensamiento crítico, la seguridad en sí mismos, y la capacidad de comunicación para entender las situaciones a las que se enfrentan, empatizar con las necesidades de los otros miembros del equipo, y en definitiva, pivotar hacia el éxito colectivo.