Cómo hacer que en tu oficina reine el ambiente positivo

Una encuesta del 2012 a poco más de 2.000 personas reveló que sólo el 10% agradecía a sus compañeros el trabajo todos los días y un 7% a un jefe. La encuesta de la Fundación John Templeton, una organización de investigación sin fines de lucro, se encontró a su vez que el 60% de los encuestados manifestaron que "o bien nunca expresan gratitud en el trabajo o tal vez lo hacen una vez al año".

Sin embargo, un artículo publicado en Fast Company revela ahora los beneficios ocultos de la gratitud. Estas expresiones tienen un gran impacto, tal y como se refleja en una nueva encuesta de la consultora Appirio que encontró que el 60% de los solicitantes de empleo, afirmó que les importaba más saber si el empleador apreciaba el trabajo de sus entrevistados. En comparación, sólo el 5% dijo que era más importante saber a qué velocidad podían ser ascendidos, y sólo el 4% les preocupaba saber con qué frecuencia se evalúan a los empleados para obtener aumentos salariales.

La misma encuesta cifra en un 65% los entrevistados que aseguraron que sus peores jefes eran aquellos que "rara vez elogian verbalmente o dan apoyo".

Pero es que agradecer el trabajo bien hecho o el esfuerzo empleado también es beneficioso para su salud. En un meta-análisis de varios estudios, la Universidad de Harvard de Salud encontró que “la gratitud ayuda a las personas a sentir más emociones positivas, saborear las buenas experiencias, mejorar su salud, hacer frente a la adversidad y construir relaciones fuertes".

Pero ¿cómo incorporar gratitud en el trabajo? A través de cinco acciones que crearán un ambiente más feliz en la oficina.

• Haz una lista con los nombres de las personas a las que está sinceramente agradecido y crea un plan de acción para comunicarles su agradecimiento.
  
  
• Que la gratitud sea personal. Los reconocimientos cuando son generales se vuelven impersonales y es la mejor forma de gastar tiempo sin obtener los resultados que se pretenden. Hay que valorar a las personas individualmente para potenciar su compromiso y motivación.
  
  
• Si no se dispone de tiempo, crea una nota digital. En un mundo globalizado donde la tecnología se ha introducido en prácticamente el 99% de los procesos de negocio, la gratitud puede incluirse también dentro de ellos. No hay diferencia si se hacer verbalmente, en un papel o través de un e-mail, el objetivo debe ser que le llegue el mensaje al empleado sin importar demasiado la vía por la que se hace.
  
  
• Revisar lo que impulsó la nota. Esto nos lleva al contenido del mensaje. Hay que ser concretos, concisos y correctos. En el mensaje ha de quedar claro qué se ha hecho bien para que sea felicitado el empleado. Es la única manera de asegurarse de que el trabajador continúe reforzando esa metodología de trabajo, esos resultados obtenidos, esa actitud frente a la adversidad o su trato con sus compañero o clientes.
  
  
• Hacerla la nota lo más inclusiva posible. Dar las gracias es alfo más que una palmadita en la espalda a un trabajador útil. Se recomienda reconocer el coste personal que le ha llevado a ser tan bueno. Reconocerle el valor de sus esfuerzos extras, para demostrar el grado de interconexión del equipo.