20/06/2017 · Las mujeres nunca lo han tenido fácil a la hora de avanzar en el mercado laboral. Incluso, a día de hoy, en pleno siglo XXI, son ellas las que continúan luchando por la igualdad de derechos tanto a nivel salarial, de ascenso y, según revela la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ahora también en materia de emprendimiento. Los mitos sobre su rendimiento, la escasez de confianza de los inversores en sus capacidades para liderar proyectos o, incluso, la falta de seguridad en ellas mismas a la hora de introducirse en mundos predominantemente masculinos, como los son los relacionados con el emprendimiento o las carreras STEM, son algunas de las barreras a las que deben hacer frente las mujeres en la actualidad.
El estudio Women Entrepreneurs 2014: Bridging the gender gap in venture capital del Babson College revela que menos de un 3% de las casi 7.000 compañías que recibieron inversión entre 2011 y 2013, tenían como ideóloga, directora general o CEO del proyecto a una mujer.
Asimismo, según el último informe de la Red GEM sobre Emprendeduría Femenina de 2015, en el mundo hay 128 millones de mujeres emprendedoras, de las cuales 650.000 son españolas, sin embargo, la tasa de actividad emprendedora (TEA) femenina a escala mundial es del 11% y en España, del 4,5%.
¿Qué sucede para que se den cifras tan bajas? En opinión de Ana Isabel Jiménez-Zarco, profesora de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), "la conciliación y las dificultades para acceder a la financiación" son algunas de las barreras que frenan a las mujeres a la hora de emprender, lo que implica un aumento del índice de abandono "y amplía la brecha de género", alerta Zarco. "Las barreras que encuentran para acceder a financiación son lo que se llama second glass ceiling o segundo techo de cristal", afirma.
No obstante, no sólo tienen dificultades para conseguir crédito sino que además parten de capitales iniciales inferiores. "La brecha salarial entre hombres y mujeres y las dificultades para ascender profesionalmente dentro de la empresa, hacen que ellas dispongan de menos dinero para emprender", añade Mireia Cabero, profesora de Psicología de la UOC y experta en psicología social.
Según la economista de la UOC, persisten todavía ciertas creencias sociales que las mujeres tienen un menor compromiso, más dificultades para gestionar situaciones de presión y que están menos enfocadas a la obtención de beneficios con sus negocios.
Algunos expertos afirman que ellas son víctimas del "patrón de reconocimiento", es decir, que como no hay antecedentes de éxito femeninos, las empresas de capital de riesgo, los inversores privados y las entidades financieras son más reticentes a la hora de apostar por estas emprendedoras. Sin embargo, su proyección de éxito consigue iguales o mejores valoraciones durante las ruedas de financiación, en el momento de presentar el proyecto a posibles inversores, que las de los hombres.
"No es una cuestión de falta de posibilidad de éxito sino de estereotipos y expectativas sociales retrógradas", afirma Zarco. "Es todavía un mundo muy masculinizado",confirma Cabero. "El hecho de salir al mercado y buscar oportunidades culturalmente ha sido más ligado a la figura del hombre que en la de la mujer".
Las empresas de capital riesgo que tienen mujeres en la dirección son las que más apuestan por las emprendedoras y triplican (58%) las posibilidades de financiar emprendedoras. En cambio, en las empresas de inversión en el que el equipo ejecutivo es sólo masculino, la probabilidad baja hasta el 15%.
El perfil de las emprendedoras es el de una mujer joven entre 25 y 34 años. Además, más de la mitad tiene un nivel de formación superior. Asimismo, el 70% de las mujeres emprendedoras en España inicia negocios porque ve una oportunidad de mercado y no por una cuestión de necesidad. "A pesar de las dificultades, las emprendedoras españolas se sienten muy capacitadas para conseguirlo", añade Cabero.
Entre las temáticas que más les interesan están los proyectos sociales. Cabero augura que en un futuro a corto plazo, este liderazgo femenino acabará generando una nueva forma de hacer negocios. "Los equipos directivos contarán con más presencia de mujeres, se respetará la futura reforma horaria y por tanto se favorecerá la conciliación familiar", concluye.
TAGS: emprendeduría | UOC | emprendimiento | brecha de género | mujeres | Perfil del emprendedor | emprender