27/12/2018 · La cuarta revolución industrial, llamada así debido a todos los cambios que el desarrollo tecnológico está trayendo consigo, está brindando nuevas oportunidades de empleo y negocio pero también algunos desafíos. Para superarlos y lograr aprovechar al máximo el potencial de las nuevas tecnologías, los expertos coinciden en la importancia que tiene la adquisición de determinados rasgos y talentos que hace a los seres humanos únicos, así como de nuevas habilidades ligadas a la creatividad, empatía e ingenio. En este sentido, el Foro Económico Mundial - World Economic Forum, WEF o Foro de Davos- señala que, en este proceso de profunda transformación económica y social, la igualdad de género es “crítica” y, por ello, ha analizado su estado en los 149 países incluidos en su informe ‘The Global Gender Gap Report 2018’.
Para el WEF, el mundo no puede permitirse el lujo de prescindir de las habilidades, ideas y perspectivas de la mitad de su población. Especialmente ahora que los avances que impulsan la innovación y la tecnología están abriendo un abanico de oportunidades al mundo de los negocios. Es por ello que, en su informe, el Foro, a pesar de reconocer la existencia de importantes hitos hacia la paridad en diversos ámbitos como la educación, la salud, la economía y la política, en muchos de los países analizados (89 de ellos presentan mejoras en este aspecto), también ha identificado algunas brechas de género que deben solventarse. De hecho, una de sus principales conclusiones es que, por ejemplo, la brecha salarial global entre hombres y mujeres tardará 202 años en cerrarse, debido a las grandes diferencias que se registran y al lento ritmo de cambio.
Asimismo, hasta la fecha y a nivel mundial, el informe fija la media de la brecha de género que aún queda por cerrar en el 32%. No obstante, dentro de los cuatro subíndices que en él se incluyen, la mayor disparidad se da en el ‘Empoderamiento político’ (77.1%), seguida de la brecha de ‘Participación Económica y Oportunidad’ (41.9%), mientras que las de ‘Logro Educativo’ y ‘Salud y Supervivencia’ son significativamente más bajas, con 4.4% y 4.6%, respectivamente.
Por otro lado, el análisis de este año también advierte sobre la posible aparición de nuevas brechas de género en las tecnologías avanzadas, como los riesgos asociados con las brechas de género emergentes en habilidades relacionadas con la Inteligencia Artificial. “En una era en que las habilidades humanas son cada vez más importantes y complementarias a la tecnología, el mundo no puede darse el lujo de privarse del talento de las mujeres en sectores en los que el talento ya escasea”, apunta.
En este sentido, el informe revela que solo el 22% de los profesionales de la IA en todo el mundo son mujeres, en comparación con el 78% que son hombres. Esto representa una brecha de género del 72%, que se ha mantenido constante en los últimos años y en la actualidad no indica una tendencia futura positiva. “Las implicaciones de este hallazgo son amplias y requieren una acción urgente”, afirman desde Davos.
Al respecto explican que, esta brecha de habilidades puede exacerbar otras como la existente en participación económica y la vinculada a las oportunidades de empleo, ya que la IA abarca un conjunto de habilidades cada vez más demandadas. Además señalan que dicha brecha “implica que la IA se está desarrollando sin talento diverso, lo que limita su capacidad innovadora e inclusiva”, al tiempo que añaden: “la baja integración de las mujeres en los grupos de talentos de IA, incluso en industrias y geografías donde la base del talento de TI tiene una composición relativamente alta de mujeres, indica una significativa perdida oportunidad, en un dominio profesional donde ya no hay suficiente oferta de mano de obra cualificada”.
En esta línea, al hablar de liderazgo político y económico, el mundo aún tiene un largo camino por recorrer ya que de los 149 países evaluados, solo hay 17 que actualmente tienen mujeres como jefas de estado, mientras que, de media, solo el 18% de los ministros y el 24% de los parlamentarios en el mundo son mujeres. Del mismo modo, las mujeres ocupan solo el 34% de los cargos directivos en los países donde hay datos disponibles, y menos del 7% en los cuatro países con peor desempeño (Egipto, Arabia Saudita, Yemen y Pakistán).
Frente a estos datos, hay algunos países donde se ha logrado un progreso significativo. De hecho, la paridad total en este indicador ya es una realidad en cinco países: Bahamas, Colombia, Jamaica, República Democrática Popular Lao y Filipinas. Además, en otros 19 hay al menos el 40% de mujeres en cargos directivos.
El documento también revela que todavía hay 44 países donde más del 20% de las mujeres son analfabetas y, aunque la brecha de oportunidades económicas se ha reducido ligeramente este año, el progreso ha sido lento, especialmente en términos de participación de las mujeres en la fuerza laboral, donde la brecha de género se revirtió ligeramente. Además, en términos de empoderamiento político, el progreso logrado en la última década ha comenzado a revertirse. “Sorprendentemente, la paridad de género en los países occidentales se ha reducido ligeramente, mientras que el progreso continúa en otros lugares”, señala el informe.
El WEF también señala a Islandia como el país con mayor igualdad de género hasta la fecha, dado que ha cerrado más del 85% de su brecha general de género. Le siguen otros como Noruega (83,5%), Suecia y Finlandia (82,2%). No obstante, aunque dominado por los países nórdicos, el top ten también presenta a un país latinoamericano (Nicaragua, 5º), dos países del África subsahariana (Ruanda, 6º y Namibia, 10º) y un país de Asia oriental (Filipinas (8º). Los diez primeros se completan en Nueva Zelanda (7º) e Irlanda (9º)
Asimismo, las ocho regiones geográficas evaluadas en el informe han logrado al menos un 60% de paridad de género, y dos han progresado por encima del 70%. Europa occidental es, de media, la región con el mayor nivel de paridad de género (75.8%), mientras que América del Norte (72.5%) ocupa el segundo lugar y América Latina (70.8%) es el tercero. Le siguen Europa oriental y Asia central (70,7%), Asia oriental y el Pacífico (68,3%), África subsahariana (66,3%), Asia meridional (65,8%) y Oriente Medio y África del Norte (60,2%).
En cuanto a España, nuestro país es uno de los peores en cuanto a paridad salarial, pues se posiciona en este indicador el lugar 129 entre 149 países analizados. Pese a ello, somos un modelo a seguir en términos de empoderamiento político y de acceso a la educación y a la salud de las mujeres. No obstante, aunque ocupamos el primer lugar en paridad de género por matriculas desde la educación primaria hasta la universitaria, esto no se traduce en la tasa de participación femenina en el mercado laboral, que es diez puntos porcentuales más baja que la masculina. De hecho, en este indicador el país ocupa el puesto 52.
Asimismo, respecto al parámetro de empoderamiento político de las mujeres, España saca un sobresaliente y se posiciona en el puesto 24 entre los 149 países incluidos en el informe. En este sentido, el Foro Económico Mundial sostiene que, si se toman en cuenta las categorías mencionadas, la brecha de género se ha cerrado en un 74,6% en España.