12/04/2019 · Las nuevas tecnologías que están desarrollándose e implementando las empresas con el fin de mejorar la eficiencia de muchos de sus procesos, ha despertado susceptibilidades entre expertos en materia laboral, que ya anticipan el fuerte impacto que estos nuevos sistemas tendrán en términos de empleo. No se equivocan. Sin embargo, aunque el propio Foro Económico Mundial anunciaba que la automatización podría hacer desaparecer 75 millones de empleos para 2022, también confirmaba cómo su desarrollo permitirá la creación de 133 millones de empleos nuevos en el mundo.
En el informe ‘El Futuro del Trabajo 2018’, llevado a cabo por el Foro Económico Mundial, se concluía que, hasta 2022, mientras que la mitad de los puestos de trabajo de la industria permanecerán estables, el resto tendrán que adaptarse a la automatización y las nuevas tecnologías. De hecho, anticipaba una importante destrucción de puestos de trabajo, fruto de dicha automatización, que no obstante, también supondrá la creación de 58 millones de empleos en el próximo lustro.
En esta misma línea se ha manifestado la firma internacional McKinsey Global Institute, que en otra investigación revelaba cómo hacia el 2030, entre 400 y 800 millones de trabajadores en todo el mundo podrían perder sus empleos a causa de la automatización, y cómo éstos "desplazados", entre 75 y 375 millones de personas, deberán cambiar de categoría laboral o invertir en su recapacitación, adquiriendo nuevas habilidades que serán claves en el futuro y que muchos expertos en la materia dirigen hacia una mejora del pensamiento creativo y estratégico y la comunicación, además de otros conocimientos técnicos.
De esta forma, la formación se posiciona como un elemento clave, especialmente en un momento en el que son varias las empresas –de diversos tamaños y sectores- las que manifiestan tener problemas a la hora de encontrar el talento que necesitan para enfrentar sus propios procesos de cambio interno: digital, cultural y organizativo, principalmente. De hecho, una de las conclusiones de un estudio llevado a cabo por ManpowerGroup revelaba que el 45% de los directivos encuestados declaraban no encontrar las habilidades que necesitan, mientras que el 67% de los empresarios de grandes organizaciones reconocían haber tenido problemas para cubrir determinadas vacantes de empleo.
En esta línea, los expertos indican que el riesgo que la economía digital trae consigo, vinculado a la destrucción de empleo, no igual para todos los sectores y puestos de trabajo, siendo los más amenazados aquellos que son sistemáticos, repetitivos e involucran necesariamente el esfuerzo físico. Según explica Sebastián Siseles, Vicepresidente Internacional de Freelancer.com en un artículo publicado por Infobae, esta consecuencia del desarrollo tecnológico no es ni mucho menos nueva y se lleva observando desde el inicio de la Revolución Industrial.
Pese a ello, el directivo destaca que “la automatización no significa que los robots van a reemplazar al hombre en todo, simplemente en aquellos trabajos donde el esfuerzo físico prevalezca, como sucede en tareas de agricultura o ensamblado en industrias”. No obstante, hasta el sector agrónomo se está viendo afectado por esta disrupción, que también tare consigo muchos beneficios, como en el caso de la agricultura la posibilidad de utilizar sensores que optimizan la decisión de siembra y cosecha o los momentos indicados para el riego.
En este sentido, el artículo destaca que, “para que las fuentes de empleos no se vean amenazadas, el talento debe reconvertirse”. Una teoría respaldada por Siseles que confirma: "Los trabajadores que cuenten con las habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), se verán favorecidos, ya que serán los elegidos para programar y hacer funcionar esos procesos de alta automatización. Así, resultan cada vez más importantes las competencias en programación e inteligencia artificial, el machine learning y todo relacionado al blockchain, todas habilidades clave en el área".
Además, el experto incide en las estimaciones de su plataforma, la cual anticipan un crecimiento de tres grandes categorías: “programación, marketing y comunicación y diseño”. “Las primeras dos se incluyen dentro de las habilidades STEM. Esta tendencia se observa en la creciente demanda de profesionales con la capacidad y creatividad de gestionar contenido dinámico, atractivo y que vincule a los clientes con las marcas y esto es de gran importancia en el mundo online", explica a Infobae.
Y concluye: "No creo que el escenario sea trágico o caótico. Es posible una transición hacia la tecnología moderna, con redes sociales y empresariales de contención y capacitación. El mercado laboral de hoy requiere una cantidad de personas con habilidades STEM que las universidades pueden cubrir. Por eso, se están imponiendo numerosos cursos de posgrado, maestrías e incluso cursos de corta duración que enseñan estas habilidades, y es algo a lo que los trabajadores deben estar atentos para no quedarse atrás".