Los jóvenes europeos acreditan su competencia digital a través de CRISS

En plena era digital, la adquisición de habilidades ligadas a las nuevas tecnologías se ha convertido en un valor clave para el talento. De hecho, allá por el 2013 la Comisión Europea ya situaba la competencia digital entre las ocho más importantes a desarrollar antes de finalizar la enseñanza obligatoria, para no quedarse fuera del mercado laboral. Así lo revela en un artículo la UOC, donde una de sus docentes, Lourdes Guàrdia, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, habla del proyecto CRISS.

Según explica, “tras desarrollar un marco conceptual basado en el marco europeo DigComp y en una metodología de evaluación por competencias”, la iniciativa de tres años de duración, financiada por la Comisión Europea y diseñada con MyDocumenta, “ofrece un ecosistema educativo innovador, que ayuda a integrar la competencia digital en el currículo escolar y a evaluarla de manera interdisciplinar”. Para ello cuenta con una plataforma que incorpora un portafolio digital con herramientas TIC y diferentes escenarios de aprendizaje, que desde finales del año pasado están experimentando alumnos y profesores.

Según apunta Carles Fornas, profesor de la Escola Pia Balmes, en el artículo de la UOC, “la competencia digital es transversal, por lo que no se trabaja de manera aislada en la clase de informática, sino que, por ejemplo, en la clase de historia se les propone redactar noticias para crear un diario recopilando información de internet y consultando las redes sociales”.

Asimismo, Elena Osés, coordinadora del proyecto CRISS en Navarra, explica que “la alfabetización digital es una competencia transversal clave en el mercado laboral”, y que “va más allá del acceso a las TIC y su uso, y está vinculada a las habilidades y las actitudes que tienen las personas hacia las tecnologías”. Por ello, describe de “fundamental” que desde la escuela se les forme para “ser competentes, no solo en el uso de unas herramientas o aplicaciones, sino también para saber tratar la información (buscarla, contrastarla y seleccionarla), organizar y utilizar un entorno personal de trabajo, comunicarse y colaborar con otra gente, cuidar de la identidad digital y actuar de manera cívica, entre otros aspectos”.

Por su parte, Cristina Casanova y Andrea Contino, fundadores de MyDocumenta, añaden que “el ecosistema Eportfolio permite al estudiante tener un perfil donde pueda reunir y presentar sus resultados académicos, las pruebas del aprendizaje (publicación de los resultados y las muestras de las actividades realizadas), sus preferencias, y actividades e intereses sociales relacionados con el dominio de la competencia digital, entre otros aspectos”. De esta forma, “cada docente puede decidir el tiempo que quiere invertir en cada uno de los escenarios, por lo que puede adaptar la propuesta según las necesidades educativas de sus clases, y nunca al revés”.

Además, el director de Consultoría y Desarrollo Corporativo de Sandetel, Fernando Cornello, destaca que, con el fin de optimizar la experiencia educativa, “los docentes y los centros educativos inscritos en el proyecto CRISS, previamente a las pruebas, han tenido a su disposición una formación en línea, por medio de un MOOC, sobre el marco teórico de la competencia digital y la utilización de la plataforma CRISS”.

Finalmente, desde la UOC inciden en que los alumnos que superan las actividades programadas obtienen una certificación de competencia digital del consorcio CRISS. “El documento reconoce que el alumno tiene las habilidades necesarias para dar el paso a la universidad o afrontar el mercado laboral”, apuntan.