16/10/2020 · ¿Cómo se han adaptado las empresas españolas a la nueva situación derivada de la pandemia del Covid-19? ¿Están introduciendo cambios en su política organizativa y retributiva? Esta y otras preguntas son las que ha realizado Adecco Learning & Consulting a más de 400 compañías de nuestro país en una encuesta enfocada desde cinco perspectivas: la estrategia, los costes, la producción, la organización de los Recursos Humanos y la seguridad.
Los primeros resultados de la encuesta arrojan que 3 de cada 4 empresas españolas no han modificado su política salarial a raíz del Covid-19. Hay un 8% de compañías que sí ha introducido reducciones de costes salariales a raíz de la crisis y otro 16,7% que reconoce que las retribuciones se están adaptando a las nuevas formas de trabajo.
Además, 9 de cada 10 empresas ya han adaptado todas sus instalaciones a las nuevas normas de seguridad exigidas y/o recomendadas, pero todavía hay un mínimo porcentaje que está en proceso de hacerlo.
La nueva situación laboral provocada por la pandemia ha hecho que la mayoría de las empresas tengan que readaptarse en cuanto a procedimientos, formas de trabajo, espacios y, en muchos casos, plantillas.
Así se desprende de la encuesta realizada por Adecco Learning & Consulting, según la cual, 2 de cada 3 empresas (68,3%) han necesitado aplicar cambios en su estructura organizativa de manera rápida frente al 31,7% que no ha tenido que hacer modificaciones en ella. Eso sí, entre las primeras se han detectado diferentes etapas entre las empresas españolas.
Mientras casi la mitad de todas las empresas encuestadas (46,8%) ha puesto ya en marcha los cambios necesarios, hay un 14,4% que tiene definidas las líneas de actuación, pero aún no las ha puesto en práctica e incluso un 5% sabe que necesita hacer cambios en su estructura, pero no sabe qué medidas adoptar.
Si atendemos al tamaño de las empresas, son en mayor medida las que tienen plantillas superiores a 400 empleados las que no han necesitado aplicar cambios en su estructura organizativa pero, a su vez, son las que también lideran la franja que ya está poniendo en práctica los cambios necesarios, de lo que se desprende que en estas compañías ya estaban implantadas muchas de las prácticas que ahora están demandándose y que también son las que tienen mayor capacidad de adaptación al nuevo escenario.
Por el contrario, las empresas más pequeñas han tenido que hacer frente a más cambios, aunque son las que en menor proporción los han puesto ya en práctica.
Si atendemos al sector en el que operan las compañías, es el industrial el que menos ha necesitado introducir cambios en su estructura organizativa.
Además, en un 59,7% de las compañías se han implantado métodos de teletrabajo y horarios flexibles de forma parcial mientras que un 32,4% ha redefinido todos sus procesos basándose en nuevos criterios de efectividad y rentabilidad, apoyándose en un mayor uso de la tecnología. Solo un 7,9% de las consultadas dice que no se han introducido cambios.
Por tamaño de empresa, son aquellas que tienen plantillas de más de 400 trabajadores las que más han implantado el teletrabajo y la flexibilidad de horarios, mientras que las pequeñas han sido las que más dificultad están teniendo para optar por este tipo de modelos. Y por sectores, es el industrial y de productos manufactureros el que más ha apostado por el teletrabajo y los horarios flexibles.
Donde parece haber menos cambios ha sido en los sistemas y políticas de retribución de las empresas. Así, 3 de cada 4 compañías españolas no han modificado su política salarial a raíz de la COVID-19. Hay un 8% de empresas que sí ha introducido reducciones de costes salariales a raíz de la crisis y otro 16,7% que reconoce que las retribuciones se están adaptando a las nuevas formas de trabajo.
Por tamaño de empresas, son las que cuentan con entre 70 y 150 trabajadores las que en mayor medida han reducido sus costes salariales a raíz de la pandemia. Y las de más de 400 trabajadores son las que están adaptando más que las demás los salarios a la nueva situación, aunque todos los tamaños han optado mayoritariamente por no hacer cambios en sus políticas salariales.
Por actividad, son las compañías del sector comercio quienes más han introducido reducciones en los costes salariales, mientras que el sector agroalimentario y la industria son los que más están adaptando los salarios a la nueva situación.
El último aspecto a analizar dentro del apartado que hace referencia a cómo se han adaptado los recursos humanos a la nueva situación tiene que ver con cómo están siendo los procesos de selección de nuevo personal tras el estallido de la crisis.
Y para 2 de cada 3 empresas no ha habido cambios en estos procesos de reclutamiento y selección (63,3%). Para el 19,4% ya se han implantado nuevas fuentes de selección y contratación basadas en la nueva situación tras la Covid-19 y para el 17,3% restante se están estudiando nuevas fuentes de selección de candidatos basadas en los nuevos procesos de trabajo a distancia, aunque aún no se hayan puesto en marcha.
Atendiendo a la dimensión de las empresas, son las compañías de más de 400 trabajadores las que con más facilidad han implantado ya nuevos métodos de selección y reclutamiento mientras que son las empresas con plantillas de entre 150 y 250 las que siguen mayoritariamente viendo cómo adaptar los procesos.
Por sectores, es el tecnológico el que en mayor medida que los demás se ha adaptado a nuevas fuentes de reclutamiento y selección, basadas en la tecnología.
Otro de los grandes retos a los que se están enfrentando todas las compañías de nuestro tejido empresarial, independientemente del sector en el que operen, es la adaptación a las nuevas normas de seguridad e higiene necesarias tanto para garantizar la salud de los empleados como la de los clientes con los que se interactúa.
Y en este sentido, 9 de cada 10 compañías ya han adaptado todas sus instalaciones a las nuevas normas de seguridad exigidas y/o recomendadas por las autoridades sanitarias y laborales, pero todavía hay un mínimo porcentaje que está en proceso de hacerlo.
De cara a los empleados, el 45,7% de las organizaciones ha iniciado un plan continuado de formación en seguridad sanitaria, el 31,9% está realizando acciones de formación puntuales y el 21,7% se ha limitado a distribuir las nuevas instrucciones por escrito. Además, un mínimo 0,7% de las empresas dice no haber difundido información a sus empleados sobre los procesos de seguridad sanitaria y sus requerimientos.
Aquí de nuevo son las empresas de mayor tamaño las que han podido poner en marcha un plan de formación continua mientras que las más pequeñas han optado en su mayoría por realizar acciones formativas puntuales entre sus plantillas.
De cara a los proveedores, el 56,8% de las firmas encuestadas confirma haber revisado todos los procedimientos del proceso de distribución y entrega de productos para asegurar la seguridad de clientes y empleados. Otro 21,6% señala que se ha establecido un plan completo de medidas para prevenir situaciones semejantes a la actual y un 20,1% dice que solo se han considerado los requerimientos de la normativa gubernamental. Además, un 1,4% asegura que no se han estudiado medidas a este respecto.
Son las empresas del sector de productos manufacturados y del agroalimentario quienes en mayor medida que el resto han revisado todos estos procedimientos de distribución y entrega de productos.
Yendo un paso más allá, el 44,9% de las compañías reconoce haberse “sentado” a revisar a conciencia los acuerdos con proveedores en aras de adaptarlos a los requerimientos sanitarios y nuevas normativas relacionadas con la crisis de la Covid-19 mientras que un 16,2% dice que los acuerdos ni se han revisado ni modificado. Entremedias, un 39% ha revisado algunos puntos de esos acuerdos.
Por último, se ha preguntado a las empresas si han previsto un plan de adaptación de su infraestructura con el fin de evitar nuevas situaciones de crisis sanitaras similares a la de la Covid-19 y más de la mitad (57,6%) dispone ya de un plan en marcha para adoptar medidas que reduzcan la incidencia de crisis sanitarias como la actual. Otro 21,6% está estudiando medidas a medio y largo plazo para enfrentarse a situaciones similares y el restante 20,9% de las compañías reconoce que no se están considerando medidas adicionales a las ya activadas.