¿Se valoran más las competencias que la formación?

En el encuentro -moderado por Carlos Martínez, presidente de IMF Business School- se señaló que en este contexto tecnológico, la educación es la base sobre la que se construye el futuro y que la tecnología es una herramienta que permite ser a las personas y a las empresas más productivas en su trabajo.

Al respecto, Paula Rodrigo, directora de RRHH de la consultora de IT VASS, señaló que "es en el trabajo menos cualificado donde nos tenemos que reinventar, por eso la formación es fundamental”. Asimismo, apuntó que pese a que la tecnología va a hacer que desaparezcan algunas profesiones, también hará que surjan nuevos perfiles.

Sin embargo, según los últimos datos de la Comisión Europea, 70 millones de europeos carecen de las habilidades adecuadas. Algo que se suma, en opinión de Ángel Hernández, socio fundador de Chatbot Chocolate, a una situación en la que "el mercado laboral va más rápido que la formación". Por ello, aseguro que "o los perfiles más bajos aportan un valor diferencial o tenemos un problema”.

Por otro lado, el abogado y experto en la regulación de Internet, Alejandro Touriño, señaló que cada vez somos más eficientes y competitivos. "Hoy hay ordenadores que piensan por nosotros y es una idea que da cierto miedo", apuntó Touriño, mientras que Rubén Martínez, responsable de gestión de Talento en ASTI, puntualizó que "no se trata de máquinas frente a humanos, sino de máquinas con humanos”.

Una idea a la que Lina Robles añadió la internalización de las empresas españolas y el empuje de las mujeres, al frente de algunas de las más importantes compañías tecnológicas. Momento que Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, aprovechó para contar cómo empresas como Amazon tienen déficit de mujeres STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en sus siglas en inglés). “El 40% de los empresarios europeos dicen que no encuentran perfiles para cubrir sus necesidades, por eso insisto en que la clave es la educación”, insistió.

Y precisamente por esa internacionalización es donde las empresas españolas encuentran algunas de sus dificultades. “Es complicado regular con una legislación tan rígida si tenemos referentes como el mercado anglosajón”, explicó Paula Rodrigo, de IT VASS. De problemas de legislación y de falta de adaptación cultural habló también Touriño, para quien que el error de partida es mantener una retribución del individuo que depende de un horario en vez de una tarea. “Con este planteamiento estamos muertos, y todo cambio tiene víctimas”, comentó.

Los ponentes coincidieron en la necesidad urgente de talento, en un país en el que se aprecia la formación para entrar en el mercado laboral pero también competencias y la actitud.

“Si un candidato me pregunta si se trabaja el viernes por la tarde lo descarto de inmediato”, comentó Bernardo Montero, socio fundador de Guudjob. “Nuestro deber es el que reducir la distancia entre la universidad y la empresa, porque hoy parece que se valoran más las competencias que los títulos universitarios”, concluyó Carlos Martínez.