20/11/2018 · Al mismo tiempo que el mundo laboral cambia, la formación se hace cada vez más necesaria. Ya sea por decisión propia o por una necesidad concreta de la empresa para la que se trabaja, la adquisición de nuevas habilidades, conocimientos y destrezas ha comenzado a ser vital a fin de adaptarse al nuevo escenario cambiante y lleno de incertidumbres. Sin embargo, igual que la tecnología ha posibilitado el teletrabajo, ahora el talento cuenta con tres modalidades distintas para formarse, cuyas claves ha detallado IMF Business School.
La forma en la que, a día de hoy, el talento se forma o trabaja ha cambiado gracias al desarrollo tecnológico. A partir de él las conexiones se han mejorado y ya no es necesaria la presencia física del alumno o el profesional en el aula o la oficina. No obstante, en los últimos años, pese a que la formación presencial sigue siendo la opción más escogida, la formación online ha empezado a ganarle terro y, de hecho, en España, ya hay 228.500 alumnos matriculados en estudios de educación superior, grado y posgrado sin acudir a la universidad, según datos del Ministerio de Educación.
Pero dentro de la formación a distancia confluyen distintas modalidades. Entre ellas, según explican desde IMF Business School, destacan tres: E-Learning (Electronic Learning), M-Learning (Mobile Learning) y B-Learning (Blended Learning). Aunque todas ellas hacen uso de la tecnología y permiten al talento adquirir nuevos conocimientos de forma online, cada una cuenta con unas características concretas que la hacen única. Por ejemplo, el E-Learning -también conocido como teleformación o aprendizaje virtual- es la evolución de la formación a distancia tradicional a través de la correspondencia, pero sumada al uso de la tecnología.
Segun los expertos de la escuela de negocios, esta modalidad comparte con las otras dos, la opción de que sea el alumno el que marque su propio ritmo, además de permitir la deslocalización del conocimiento combinando materiales auditivos, visuales y audiovisuales, sin salir de la plataforma. Además, "favorece el registro por parte de los seguidores de toda la actividad realizada por los estudiantes", como su acceso, tiempo dedicado, número de interacciones, etc.
Por su parte, el M-Learning, tal y como su nombre indica, conlleva el uso de dispositivos móviles como herramientas de aprendizaje y se considera el siguiente paso en el desarrollo de la formación en línea, ya que potencia la idea de aprender desde cualquier sitio y soporte (tablets, smartphone). De hecho, el 92% del acceso a Internet ya se realiza a través de los móviles, según la encuesta anual Navegantes que elabora el Estudio General de Medios (EGM).
Asimismo, según IMF Business School, al comparar esta modalidad con el E-Learning, el Mobile Learning es "más variado y depende aún menos de la ubicación, consiguiendo una interacción más inmediata a través de dispositivos más pequeños, a menudo inalámbricos". Sin embargo, esta tendencia deja fuera algunos contenidos, como aquellos que se apoyan en programas tipo flash.
Finalmente el B-learning - también conocido como formación semipresencial- es la fusión de la formación presencial con el uso de las TIC aplicads a la educación. "Con esta modalidad los alumnos no solo cuentan con los beneficios de una plataforma online, sino que tienen todas las ventajas de la asistencia a clase para resolver dudas y realizar ejercicios con los que poner en práctica los conocimientos adquiridos en los materiales de estudio", señalan los expertos que, además, afirman que "aumenta el sentimiento de comunidad entre los propios participantes".
Para Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, "es una realidad que los alumnos cada vez demandan una formación más personalizada. No solo en la modalidad online o semipresencial, también aquellos que acuden a clase". Por ese motivo, desde la escuela han creado una "metodología student centered" para dar respuesta a las nuevas exigencias de los alumnos, en cualquiera de las tres modalidades: presencial, semipresencial u online.