12/05/2020 · Coincidiendo con el inicio de la Fase 1 de desescalada en gran parte del territorio español, CSIF, el Centro Sindical Independiente y de Funcionarios, ha elaborado un informe sobre el impacto del Covid-19 en materia de empleo, y con perspectiva de género. Aunque la información disponible todavía es muy preliminar, algunos datos de la última Encuesta de Población Activa ponen de manifiesto la situación de especial vulnerabilidad que sufren las mujeres, que ya existía antes, pero que tras la propagación de pandemia del coronavirus no ha hecho más que crecer.
La crisis del coronavirus no solo ha supuesto un problema social, sanitario y económico a gran escala, sino que también ha afectado de forma específica al equilibrio entre vida y trabajo entre hombres y mujeres, agravando la de por sí elevada brecha salarial y de género existente en el mercado laboral y cebándose con ellas el desempleo de manera particular.
Si ahondamos en las cifras del paro, vemos como se han ido a las listas del SEPE más de 63.000 mujeres en el último trimestre, frente a los 58.100 hombres, siendo la tasa global del 12,23% para ellos y del 15,55% para ellas. La diferencia respecto al primer trimestre también es mayor para las mujeres (0,69% frente al 0,56% más).
Además, los sectores donde suele haber mayoría de mujeres, como es el caso del comercio, la hostelería, las actividades inmobiliarias y servicios, son algunos de los sectores más castigados por el Covid-19, y por lo tanto con más destrucción de empleo.
Entre las causas de esta desigualdad latente en cuanto al empleo, nos encontramos:
Otra de las conclusiones más destacables del análisis del CSIF concierne al estado civil de los y las paradas. Actualmente hay 791.500 mujeres casadas en paro, frente a 490.100 hombres (17.600 más y 6.600 más, respectivamente, respecto a finales del año pasado). En otras palabras, el paro ha crecido el triple en las mujeres de este espectro que en el caso de los hombres.
Más allá de las cifras sobre el empleo, los datos en materia de conciliación también acentúan la brecha de género. Actualmente, 9 de cada 10 reducciones de jornada para el cuidado de la familia las solicitan las mujeres, un balance muy desigual respecto a los padres trabajadores.
Según la EPA del primer trimestre del 2020, casi el 75% de los contratos parciales fueron cubiertos por mujeres, frente al 25% que cubrieron los hombres, y del total de personas que redujeron su jornada por el cuidado de menores u otras obligaciones familiares, el 92,4% fueron para ellas frente al 7,5% que fueron para ellos.
Esta gran desigualdad en materia de corresponsabilidad debe compensarse con campañas de concienciación y acciones directas para mitigar esta brecha por parte de las instituciones y de las empresas.
Ante este escenario, desde el CSIF se reclama al Gobierno y a los partidos políticos que incluyan en los planes de reconstrucción medidas específicas contra la situación de desigualdad de las mujeres, la brecha salarial y la violencia de género. "Por todo ello, pedimos que en la comisión por la reconstrucción, recientemente constituida en la Congreso de los Diputados, también se realice un diagnóstico y se implanten medidas específicas", añaden desde el CSIF.