Qué nuevas tendencias están cambiando la gestión del talento

La correcta gestión del talento hace a las empresas más competitivas, dado que es la clave para garantizar la satisfacción y bienestar de los profesionales en la organización y, por tanto, su permanencia en ella. No obstante, dicha gestión no puede ni debe ser estática, sino que ha de adaptarse a los nuevos tiempos y tendencias que marca la era digital. Unos cambios que han analizado en la jornada organizada por el diario Expansión, y que se ha enfocado en la identificación de los principales desafíos que afrontan las compañías a través de sus departamentos de recursos humanos.

Rubén Turienzo, coach empresarial, fue el encargado de abrir la jornada destacando algunos de estos retos a superar: la valentía para crear realidades inspiradoras, el desarrollo de la capacidad de aprendizaje, la definición de un legado corporativo, el sentimiento de pertenencia y la coexistencia entre distintas generaciones.

Precisamente, sobre gestión intergeneracional habló otro de los invitados al encuentro, Luis Blas, director de Recursos Humanos en Iberia de Altadis. Tal y como recoge Expansión, para la compañía tabacalera el desarrollo de herramientas y programas de mentoring ha sido vital para “evitar las brechas intergeneracionales”, siendo otro de sus retos la gestión del compromiso de los empleados con el proyecto corporativo, independientemente de su edad.

A esta dificultad también hizo referencia Jaime Sol, socio responsable de People Advisory Services de EY, quien destacó la necesidad de “establecer políticas que puedan dar respuesta a cada uno de nuestros grupos de empleados y diseñar esquemas retributivos que permitan adaptarse a sus circunstancias personales”.

Y es que si algo ha cambiado en el reclutamiento es que, ahora, son los candidatos quienes dominan la situación, especialmente en aquellos con un perfil profesional altamente demandado y prácticamente escaso. Una idea que también señaló en la jornada Mario Santiago, key account manager de InfoJobs. “El proceso de selección se ha convertido en una cuestión de seducción: las entrevistas de trabajo ya no son unidireccionales, sino un asunto de dos”, precisó.

Pero no solo el talento externo ha incrementado su poder y capacidad de decisión, sino que también el talento interno. Así lo expresaba Cristina Harto, directora de formación, desarrollo y diversidad de CBRE: “Nuestros empleados son uno de los principales valores que tenemos a la hora de atraer a nuevos profesionales”. En esta línea, Harto apuntó que los espacios abiertos y colaborativos pueden hacer que la productividad aumente más de un 60%, en referencia a las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la entidad, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid.

Por su parte, Luisa Izquierdo, directora de Recursos Humanos de Microsoft, puso el foco en otros dos aspectos que están impactando en las empresas: la flexibilidad y la diversidad, la cual “es un valor fundamental vinculado con la cultura de la organización”, aseveró. Una ecuación a la que Susana Gómez, cofundadora y socia directora de Smart Culture, añadió otro elemento: “el modo en que se comportan las personas en la organización”.

Asimismo, en lo referente a la gestión del talento en términos globales, “a las empresas españolas les falta la cultura y el enfoque hacia la productividad”, consideró Nicolás Ramilo, director general de Great Place to Work. Un problema al que se suma otro ligado al liderazgo y las relaciones que este establece con su fuerza de trabajo. “El grado de satisfacción de un empleado depende directamente de la relación que mantenga con su jefe más directo”, advirtió Ramilo.

No obstante, el director general de Great Place to Work señaló la confianza como la solución a un bajo índice productivo y de compromiso. “Si un líder es capaz de generar un entorno de confianza, el desempeño y los resultados de su equipo se multiplican”, manifestó.

La jornada la cerró Margarita Mayo, profesora de liderazgo del IE  señalando los factores que marcan el nuevo contexto empresarial: “La creciente complejidad, la gestión del cambio y la velocidad”. Por esta razón, se antoja necesario “un nuevo tipo de dirección que sea efectiva en tareas más complejas, con gente más diversa y en menos tiempo”. Hoy, “la autenticidad es la esencia del liderazgo”, aclaró Mayo. Para desarrollar esta cualidad, “los líderes deben actuar con pasión y humildad, reducir las distancias, ser flexibles para hacer del aprendizaje un hábito y lograr un balance entre lo que los empleados aportan y reciben”, concluyó.